Ciudad de Guatemala. AFP. El Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) les pidió a las autoridades guatemaltecas perseguir y castigar a los traficantes de personas y a respetar los derechos de los niños migrantes , en medio de una oleada de menores centroamericanos que viajan sin compañía hacia Estados Unidos.
“Hay que perseguir y castigar con todo el peso de la ley a los traficantes y miembros del crimen organizado que engañan, estafan, abusan, explotan, violan y abandonan a las niñas y niños migrantes”, indicó, en un comunicado, la entidad internacional en Guatemala.
Además, consideró que la crisis humana que se ha generado en los últimos meses por la migración, deportación y repatriación de niños debe llamar al país a encontrar respuestas a corto, mediano y largo plazo que privilegien siempre el interés superior del menor.
“La respuesta de Guatemala ante la crisis humana debe ajustarse siempre, en todo momento y lugar, conforme a sus derechos”, afirmó el comunicado.
Asimismo, la entidad internacional recordó que los niños nunca deben ser penalizados ni sometidos a medidas punitivas ni agresivas por su condición de menores o su estado migratorio.
“Sus padres y sus familias tampoco deben ser perseguidos ni sancionados por estas circunstancias”, añadió en alusión a un estudio que fue realizado por la Fiscalía estadounidense en el que se propone perseguir penalmente a padres o tutores que permitan la migración de los menores.
Derechos. Unicef consideró que el derecho de cada niño y adolescente en el contexto de la migración y la reunificación familiar debe cumplirse e insta al Gobierno a invertir en dicho sector para frenar ese fenómeno.
El viernes llegaron a Guatemala tres vuelos de Estados Unidos con 354 deportados, incluidos siete menores y cinco madres.
Para tratar el tema de la crisis por el creciente flujo de inmigrantes, el presidente estadounidense, Barack Obama , recibirá el 25 de julio en la Casa Blanca a los mandatarios Otto Pérez (Guatemala), Juan Orlando Hernández (Honduras) y Salvador Sánchez Cerén (El Salvador).
Datos de Estados Unidos indican que, desde octubre pasado, unos 57.000 menores sin compañía de adultos, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, fueron interceptados en suelo estadounidense luego de emigrar clandestinamente en busca de una vida más estable, la cual no les ofrece su país de origen.
Los menores salen de sus naciones con el objetivo de llegar a Estados Unidos para reunirse con sus familiares o para alejarse de la pobreza y de la violencia que impera en la región.