Washington. EFE y AFP. El Tribunal Supremo de Estados Unidos dio ayer un paso decisivo a favor del matrimonio homosexual, que alentó a quienes confían en ver algún día una legalización nacional, con sendas decisiones que, por ahora, dejan el debate en manos de los estados.
Unos mil partidarios del matrimonio gay, congregados bajo un sol abrasador frente a la sede de la Corte en Washington, y cientos de personas reunidas en San Francisco, festejaron el histórico fallo, de gran impacto en la sociedad estadounidense y elogiado por el presidente Barack Obama.
En una decisión tomada por cinco jueces contra cuatro, la Corte derogó la Ley de Defensa del Matrimonio, conocida como DOMA, la cual definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, con lo cual negaba beneficios federales a las parejas gais casadas.
Por otra parte, la Corte Suprema consideró inadmisible la demanda presentada por los opositores del matrimonio homosexual en California. Aunque no se pronunció sobre el fondo del asunto, al reenviar el caso a un tribunal que había validado el matrimonio gay en California, abrió la vía para la reanudación de las bodas entre personas del mismo sexo en ese estado.
El Supremo tenía un abanico de opciones, que podrían haber incluido la legalización del matrimonio homosexual en los 30 estados que lo prohíben expresamente, pero fue cauto y abrió la puerta únicamente a su reanudación en California.
Su decisión deja el debate en manos de los estados, que deben decidir uno por uno si cambian sus políticas sobre el matrimonio homosexual y se suman a los doce estados donde esas uniones ya son legales.
Doce estados del país y el Distrito de Columbia reconocen actualmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero cerca de 30 estados han decretado que el matrimonio solo puede existir entre un hombre y una mujer.
Celebración. Con gritos y besos, y agitando las banderas con los colores del arcoíris, que representan a lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales (un grupo conocido por sus sigla en inglés LGBT), miles de personas celebraron en la capital lo decidido por la Corte.
La DOMA negaba a las parejas de gais y lesbianas los mismos derechos y beneficios federales de que gozan las parejas heterosexuales, desde recortes de impuestos y beneficios sociales hasta poder visitar al cónyuge hospitalizado.
Obama, quien salió de Washington para una gira por África apenas una hora antes de que se conocieran los fallos, es el primer presidente en ejercicio en Estados Unidos en salir públicamente en favor de la igualdad en el matrimonio.
Tras la derogación de la DOMA, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo que los cónyuges de los homosexuales militares obtendrían los mismos beneficios que sus contrapartes heterosexuales, “tan pronto como sea posible”.
Los sectores conservadores de la sociedad estadounidense reaccionaron con indignación. “Hoy es un día trágico para el matrimonio y para nuestra nación”, afirmaron desde la Conferencia estadounidense de Obispos Católicos.