Nueva York. AFP, AP. La tormenta de nieve anunciada como la peor de la historia en Nueva York pasó por la ciudad sin mayores consecuencias, aunque ayer descargaba su furia más al noreste de Estados Unidos, en Nueva Inglaterra.
Millones de habitantes permanecieron en sus hogares en el segundo día de esta borrasca invernal bautizada Juno, que paralizó de manera inédita a la Gran Manzana desde el lunes por la tarde hasta ayer en la mañana por las estrictas medidas de prevención, criticadas por algunos sectores.
Las autoridades de [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150127_0009]]Nueva York [[END:INLINEREF]]levantaron por la mañana la prohibición de circular vehicular impuesta durante la noche. El servicio de transporte público también se reanudó.
“La tormenta no fue tan grave como habían pronosticado los meteorólogos”, declaró el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, invocando el principio de precaución para justificar las medidas adoptadas.
El alcalde, Bill de Blasio, también tuvo que defender la extrema prevención. “Mejor prevenir que curar”, declaró.
Tras la alerta lanzada por el Servicio Meteorológico, se había decretado el estado de emergencia en siete estados del noreste.
Más de 7.100 vuelos fueron cancelados entre lunes y martes, con los aeropuertos neoyorquinos principalmente afectados.
Se anuló el 96% de los vuelos en LaGuardia, el 93% en Newark y el 81% en John F. Kennedy.
Víctima. La tormenta cobró una primera víctima mortal: un adolescente de 17 años murió en Suffolk (Long Island, este de Nueva York) mientras jugaba en trineo con amigos, el lunes por la noche. El muchacho chocó contra un poste de luz y murió.
La tormenta de nieve, con vientos superiores a 110 km por hora (km/h), sepultó partes de Nueva Inglaterra –incluido Boston– y la región de Long Island, que llevaron la peor parte.
Boston registraba una nevada de más de 50 cm ayer por la tarde, según el diario Boston Globe , que indicaba que la tormenta se encaminaba a ser una de las diez peores de la historia.
Por lo menos se anticipaban 60 cm de nieve en Massachusetts, lo que sería un récord absoluto. El Servicio reportó vientos de 125 km/h en Nantucket, y de 115 km/h en Martha’s Vineyard.
Varias partes de Long Island se vieron afectadas por una ventisca con una precipitación de 5 centímetros por hora. En Islip había 37 centímetros de nieve el martes por la mañana. Maureen Keller, que trabaja en Gurney’s, un hotel en Montauk, en el extremo de Long Island, comentó: “Esto parece un huracán con nieve”.
Los operadores de las barrenieves luchaban contra los elementos en Nueva Inglaterra y la Policía de Boston transportó a varias docenas de médicos y enfermeras para que trabajaran en los hospitales.
“A las 4 de la mañana fue lo peor que haya visto jamás”, comentó Larry Messier, quien maneja una barrenieves en Connecticut. “Despejabas la nieve y cinco minutos después tenías que volver a hacerlo”.
En Maine y Nueva Hampshire se declaró el estado de emergencia y las oficinas gubernamentales de ambos estados cerraron.
“No creo que lo exageraran. Es como la situación con el ébola. Si haces que la gente se preocupe, están preparados en lugar de no darle la atención que merece”, expresó Brandon Bhajan, guarda de seguridad en Manhattan .
El Servicio Meteorológico advirtió de vientos huracanados y la posibilidad de inundaciones costeras. Habitantes en Nueva Jersey y Cape Cod, en Massachussets, se prepararon para esta posibilidad de inundaciones y erosión en las playas.