Los Ángeles. AFP. El gobernador de Texas, Rick Perry, anunció ayer que a partir de agosto desplegará mil soldados en reserva de la Guardia Nacional para incrementar la seguridad de su frontera con México ante la crisis por la llegada masiva de menores centroamericanos a Estados Unidos en el último mes.
“Ante la situación que está viviendo Texas y la falta de acción del Gobierno federal, he decidido desplegar hasta mil soldados en reserva de la Guardia Nacional”, dijo Perry en una rueda de prensa.
Además, el gobernador de Texas afirmó que “no se puede hablar de seguridad nacional si no hay seguridad fronteriza”.
Perry destacó, sin embargo, que estos niños solo representan “el 20% de aquellos que son detenidos cruzando ilegalmente la frontera”.
El gobernador también señaló que “mientras las fuerzas de seguridad se ven superadas en su tarea de ofrecer ayuda humanitaria, carteles de la droga, traficantes de personas y criminales usan esta tragedia para su propio beneficio”.
Una reforma migratoria presentada por el presidente Barack Obama se halla en este momento bloqueada en el Congreso.
El mandatario pidió al Congreso recursos por $3.700 millones para hacer frente a esta crisis, para aumentar los agentes fronterizos, la vigilancia aérea de la frontera Estados Unidos y México, así como para ampliar la capacidad de acogida y expulsión de los inmigrantes que ingresan ilegalmente. El gobernante ha hecho varios llamados para que las familias centroamericanas no envíen a sus hijos a Estados Unidos, advirtiendo de que serán deportados. Obama se reunirá el viernes con presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras para abordar la crisis.
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