Washington. AFP y AP. El secretario estadounidense de Justicia, Eric Holder, manifestó ayer estar de acuerdo con una reducción de las penas para delitos menores relacionados con drogas, para concentrarse en los más graves y descongestionar las prisiones.
“La propuesta permitiría concentrar nuestros limitados recursos en las amenazas más graves contra la seguridad pública”, expresó el funcionario, en una audiencia ante una comisión encargada de dictar las directrices en materia de penas.
Planteamiento. La Comisión de Sentencias de Estados Unidos propone reducir las penas aplicables a una cantidad determinada de droga involucrada en actividades de tráfico, lo cual afectaría al 70% de los traficantes condenados.
También reduciría en 11 meses la pena promedio, o sea, un 18%, según la comisión, y permitiría en cinco años desalojar de las prisiones a 6.500 detenidos.
“En Estados Unidos vive el 5% de la población mundial, pero casi un cuarto de los presos del mundo están dentro de nuestras cárceles”, indicó el secretario.
“Uno de cada 28 niños estadounidenses tiene en este momento un pariente mayor tras las rejas”, agregó Holder.
Además, precisó que las prisiones estatales y federales han costado 80.000 millones de dólares solamente en el año 2010.
De los 216.000 presos actualmente encarcelados en prisiones federales, casi la mitad fueron condenados por delitos relacionados con el tráfico de drogas.
“Esta concentración en las prisiones no solo es insostenible desde un punto de vista financiero, (sino que) conlleva costos humanos incalculables”, agregó Holder.
“Premiar a los convictos con sentencias menos severas porque Estados Unidos no puede equilibrar su presupuesto, no parece justo para las víctimas del crimen”, manifestó Raymond Morrogh, principal fiscal en el condado de Fairfax, Virginia, y el director general de la Asociación Nacional de Fiscales de Distrito.
La propuesta de reducción de penas será votada en abril.
La legislación en materia de cannabis está también en proceso de ser modificada en Estados Unidos, donde, si bien sigue siendo considerada una droga ilegal por las autoridades federales, puede ser comprada en 21 estados con fines medicinales, e incluso en dos estados, Colorado y Washington, con fines recreativos.