Washington. AP. En el primer Congreso dominado por los republicanos desde que el presidente Barack Obama llegó al cargo, los líderes republicanos planean centrarse en impulsar la economía y reducir el déficit, y en evitar las calamidades creadas por su propia mano que hacen que los electores se pregunten si el partido puede gobernar con eficiencia.
Los republicanos tomarán el control del Senado y la Cámara el martes, y sus líderes desean mostrar sus prioridades legislativas con enfrentamientos con el inquilino de la Casa Blanca, pero a la vez tratarán de no llevarlos a extremos.
Otra prioridad es minimizar las distracciones, como el reciente reconocimiento del tercer líder más importante de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, republicano por el estado de Luisiana, de que se dirigió a un grupo racista en el 2002.
En manos adultas. “Los adultos están a cargo ahora y tenemos intenciones de avanzar”, declaró recientemente a The Associated Press (AP) el próximo líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano elegido por Kentucky.
McConnell anticipó que el primer proyecto de ley que estudiará la Cámara Alta es uno para obligar a la construcción del oleoducto Keystone XL , que, de acuerdo con los republicanos, creará empleos, pero que Obama y muchos demócratas afirman que amenaza el ambiente.
Por su parte, la Cámara comenzará con un proyecto de ley que permite a las pequeñas empresas evitar algunas de las exigencias de la nueva ley de servicios médicos de Obama con la contratación de veteranos de las Fuerzas Armadas, seguido de otras medidas que debilitarían esa legislación e impulsan el proyecto Keystone.
Otras iniciativas de ley estarían dirigidas a bloquear las medidas ejecutivas del presidente en materia de inmigración y harían menos estrictas las normas sobre los negocios y el ambiente, que los republicanos alegan afectan la generación de empleos.
Otros proyectos de ley que reducirían el gasto público tienen como objetivo afectar el Medicare y otros programas de prestaciones. Algunos modificarían las leyes impositivas, financiarían la construcción de carreteras y acelerarían la aprobación de tratados comerciales en el Congreso.
“Nos centramos en la creación de empleos”, resumió el líder de la mayoría en la Cámara, Kevin McCarthy, republicano por California, y en contar con “un Gobierno más eficiente, efectivo y que rinda más cuentas”.
Agenda demócrata. Por su parte, los demócratas manifiestan que la meta de los republicanos es reducir los impuestos a los ricos y socavar los logros de Obama, como la nueva ley de servicios médicos y las restricciones a las instituciones financieras.
“En la minoría, el papel de uno es defensivo y tratar de evitar que ocurra lo peor”, puntualizó el senador Dick Durbin, de Illinois, el segundo demócrata de más rango en la Cámara Alta.
Los republicanos tomaron el control del Senado en las elecciones legislativas que tuvieron lugar en noviembre . Entonces, consiguieron agregar nueve escaños para una ventaja de 54 a 46, que incluye a dos independientes que se inclinan por los demócratas.
Con 13 escaños más en la Cámara de Representantes, los republicanos tienen ahora una fuerte mayoría de 246 a 188.