Washington. AFP. Doce años después de la guerra de Irak del presidente George W. Bush, su sucesor, Barack Obama, pidió ayer al Congreso que respalde su combate contra el grupo Estado Islámico (EI) por tres años; sin embargo, excluyó el uso de fuerzas terrestres.
Similar a una declaración de guerra, Obama sería autorizado a seguir la lucha contra los yihadistas sobre una base jurídica más sólida, al tiempo que le otorga una cobertura legal en el ámbito doméstico.
En una carta a los legisladores, el presidente dijo que otorgarle más potestades para conducir la guerra contra el EI “mostraría al mundo” que el país está unido en su “ determinación” de derrotar a los yihadistas, que controlan vastos territorios en Siria e Irak.
Desde mediados del 2014, el Ejército estadounidense (con el apoyo de una coalición internacional) ha liderado una campaña de ataques aéreos contra el EI en esos países.
Empero, la solicitud de Obama es una señal de la creciente presión que se ejerce sobre el grupo, cuando el Gobierno de Irak alista una gran ofensiva terrestre en un plazo de meses.
“El EI significa una amenaza al pueblo y la estabilidad de Irak, Siria, y el Oriente Medio , y a la seguridad de Estados Unidos”, alegó Obama en la carta.
“Si no se controla”, añadió, el EI “planteará una amenaza más allá de Oriente Medio, incluyendo a la patria de Estados Unidos”, añadió.
Presiones. Con la reciente muerte de la joven Kayla Mueller , que se suma a otros tres rehenes estadounidenses , Obama está presionado a revisar su estrategia y avanzar contra el EI.
Para ganar el respaldo del Congreso (controlado por los republicanos) y superar los golpes de su propio Partido Demócrata, Barack Obama limitó sus poderes para desplegar militares, tanto en lo que atañe a sus modalidades como a su alcance.
Eso no excluye operaciones de fuerzas especiales o de rescate de rehenes, pero prohíbe una invasión terrestre o misión de paz.
Esta autorización del uso de fuerza militar “deberá concluir tres años después de la promulgación de esta resolución conjunta, salvo que se la vuelva a autorizar”. Asimismo, el mandatario deberá enviar un informe al Congreso cada seis meses.
Con las elecciones presidenciales del 2016 en la mira y los duros argumentos contra guerras pasadas en la memoria política de Estados Unidos, el mandatario dejó claro que la solicitud no será una secuela de los combates en Irak o Afganistán .
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano Bob Corker, declaró, en un comunicado, que empezarán pronto las audiencias para que el Gobierno exponga la estrategia contra el Estado Islámico, y proceder al voto.
El respaldo bipartidista a esta solicitud podría ayudar a superar las divisiones entre demócratas y republicanos sobre este tema.