Filadelfia y Washington
Luego de un crítico fin de semana para los demócratas, el presidente Barack Obama emprendió el martes una vigorosa defensa a favor de Hillary Clinton, su transparencia de campaña y su capacidad para ocupar la presidencia, además de criticar a los republicanos por esparcir "el enojo y el odio".
Obama proyectó un oscuro panorama de lo que está en disputa en el enfrentamiento entre Clinton y el republicano Donald Trump, e intentó persuadir a los demócratas de que respalda completamente a su exsecretaria de Estado en su intento por alcanzar la Casa Blanca.
"Hillary Clinton es firme y es sincera", dijo a un grupo de entusiasmados demócratas en un evento al aire libre. "Necesito que trabajen tan duro por Hillary como lo hicieron por mí".
Obama ocupó agresivamente el vacío que dejó Clinton, quien se tomó unos días de descanso de la campaña luego de que le diagnosticaron neumonía.
El equipo de la candidata demócrata, de 68 años, precisó este martes que Clinton "se sentía mejor" y anunció que era esperada en Washington para una reunión con mujeres negras.
Su portavoz, Nick Merrell, anunció que la exsecretaria de Estado retomará su campaña electoral el jueves.
Según indicó, la exjefa de la diplomacia estadounidense "pasó la jornada (de este martes) leyendo informes, realizando llamadas y miró por televisión el discurso del presidente (Barack) Obama en Filadelfia".
Ningún detalle de los desplazamientos previstos por la candidata fue revelado, pero antes de que se sintiera mal, el domingo, Clinton debía participar el jueves en Washington en una cena de gala de una organización ligada al grupo de parlamentarios hispanos y el viernes debe pronunciar un discurso en la capital.
Espaldarazo de Obama. Con su irrupción en la campaña, el mandatario busca generar ímpetu a favor de Clinton en una contienda que se ha vuelto incómodamente cerrada para muchos de sus seguidores demócratas. La encuesta más reciente de la Universidad Quinnipiac la coloca con una ventaja de cinco puntos porcentuales sobre Trump en Pensilvania.
La aparición de Obama en un acto proselitista en una plaza frente al Museo de Arte de Filadelfia fue la tercera en respaldo de Clinton, incluyendo su discurso en la Convención Nacional Demócrata. El gobernante, quien sigue siendo extremadamente popular entre la base demócrata, es visto como un valioso activo para alentar a los demócratas a las urnas el día de la elección.
Pero su labor como presidente ha impedido que aparezca con frecuencia en la campaña de Clinton. Obama regresó recientemente de una gira de 10 días por Asia, y asistirá a una reunión de Naciones Unidas la próxima semana, dejándole tan solo seis semanas para involucrarse por completo en la campaña de Clinton.
En un acto público bajo un sol demoledor, pero en el que mostró su notable capacidad oratoria, Obama afirmó que Clinton había sido sometida "a más escrutinio, y a más críticas injustas que cualquiera", en una frase que desató una espectacular ovación.
El presidente también aplicó una estocada directa a la gran prensa estadounidense, alegando que los medios terminaron por legitimar a un candidato como Donald Trump, a quien le permiten decir cosas vetadas a otros.
Pensilvania, un estado donde el electorado conservador es tradicionalmente muy fuerte, constituye un bastión clave para las esperanzas de Clinton de llegar a la Casa Blanca.
En tanto, la campaña de Trump respondió a la aparición de Obama con un comunicado en el que insinuaba que estaba descuidando sus labores. "¿No deberías estar en el trabajo?" se lee. "El presidente Obama prefiere hacer campaña a favor de Hillary Clinton en lugar de resolver los grandes problemas que enfrenta el país" .
En el otro extremo del país, el exmandatario Bill Clinton tiene la responsabilidad de sustituir a su esposa en esta jornada en actos de recaudación de fondos en los que debía participar la candidata en Los Ángeles. También la reemplazará el miércoles en Las Vegas, Nevada.
El exgobernante salió a la palestra para intentar limitar el alboroto provocado por la salud de su esposa, cuyo malestar atribuyó a una deshidratación.
"Frecuentemente, no, no frecuentemente, raramente. En más de una ocasión desde los últimos, numerosos, numerosos años, le ocurrió lo mismo, se deshidrató seriamente. Era un burro de carga en el Departamento de Estado, y como senadora y desde entonces", declaró el lunes a la cadena CBS.
Hillary Clinton busca así recuperarse de la que muchos consideran la peor semana de su campaña electoral, iniciada hace 15 meses.
La semana pasada, había desatado un temporal al afirmar en público que la mitad de los electores de Trump eran "deplorables", forzando a su equipo de campaña a verdaderos malabarismos de retórica para justificar la frase.
El domingo se retiró de una ceremonia en Nueva York, y posteriormente un equipo médico reveló que dos días antes le habían diagnosticado una neumonía, enfermedad que la candidata y su equipo mantuvieron en secreto.