Washington. EFE. El presidente estadounidense, Barack Obama, dio ayer marcha atrás en su intención de tomar medidas ejecutivas sobre la reforma migratoria antes del final del verano y anunció que las retrasa hasta después de las elecciones legislativas de noviembre.
“Debido a la extrema politización de este asunto, el presidente cree que sería dañino para la propia medida y las perspectivas a largo plazo de una reforma migratoria integral anunciar una acción ejecutiva antes de las elecciones”, afirmó un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, en una conferencia telefónica.
De este modo, Obama cede a las presiones ejercidas por legisladores de su propio partido, el demócrata, que consideraban que tales acciones podían perjudicar a algunos candidatos en las elecciones claves del próximo noviembre.
En estos comicios, en los que se renovarán la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, los demócratas temen perder el control de la Cámara alta.
Conscientes de las críticas que este aplazamiento tendrá entre los activistas prorreforma, y especialmente la comunidad hispana, la Casa Blanca señaló que Obama solo ha decido postergar la cuestión y tomará dichas acciones ejecutivas antes de finales de año.
“La decisión no es sobre si actuará o no, actuará antes del fin del 2014”, indicó el alto funcionario.
Críticas y molestia. Desde estos grupos, la reacción no se hizo esperar y salieron rápidamente a mostrar su enfado.
“El presidente Obama ha roto una promesa más de las que hizo a las familias inmigrantes. Al ceder ante los temerosos senadores demócratas y los intimidadores republicanos, ha decidido poner la política por delante de las vidas de los inmigrantes y las urgentes necesidades de EE. UU.” , aseguró Deepak Bhargava, del Movimiento para una Reforma Migratoria Justa (FIRM, en inglés).
Bhargava consideró la decisión como tremendamente dura y un cálculo político miope que sacrifica a las familias inmigrantes.
Obama dijo, al comienzo de su segundo mandato presidencial, que la reforma migratoria sería una de sus prioridades .
Asimismo, a finales del pasado junio, aseguró que dado el bloqueo de los republicanos en el Congreso, que controlan la Cámara de Representantes, tomaría una serie de medidas ejecutivas antes del final del verano con el objetivo de encontrar una forma para solucionar la situación de los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula hay en el país.
También los republicanos aprovecharon el anuncio para criticar la “retórica vacía” de Obama.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, indicó que cualquier acción unilateral solo tensará aún más la confianza entre la Casa Blanca y la gente.
Un proyecto de reforma migratoria bipartidista logró ser aprobado el año pasado por el Senado, de mayoría demócrata, pero se encuentra estancado en la Cámara de Representantes.