Barbara Samuels Barbara Samuels, 86, joins dozens others to protest against the government shutdown outside the federal building in Los Angeles on Wednesday, Oct. 2, 2013. President Barack Obama summoned congressional leaders to the White House on the second day of a partial government shutdown that has furloughed hundreds of thousands of workers and closed military cemeteries as far away as France. (AP Photo/Jae C. Hong) (Jae C. Hong)
Washington. EFE, AP y AFP. Demócratas y republicanos seguían trabados ayer en un intenso pulso por el presupuesto del Gobierno federal de Estados Unidos, después de que los esfuerzos por alcanzar un acuerdo terminaron con las partes inculpándose mutuamente.
“Estamos atascados en el obamacare ( reforma del sistema de salud )”, dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. “Lo único que estamos pidiendo es una discusión y justicia para el pueblo estadounidense con el obamacare ”, añadió.
Advirtió que ni el presidente Barack Obama ni los legisladores demócratas aceptarán cambios en esa ley de salud a cambio de la aprobación de la legislación presupuestaria que se requiere para que la Administración reanude las operaciones suspendidas.
Por su parte, el republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, abandonó ayer las negociaciones con Obama en la Casa Blanca alegando que los demócratas no quieren negociar el fin del cierre parcial.
“El presidente ha repetido una vez más que no quería negociar”, aseveró Boehner.
Tras la frustrada reunión, el vocero de Obama, Jay Carney emitió un comunicado en el que afirmó que el mandatario espera que prevalezca el “sentido común”.
Obama había adelantado poco antes del encuentro, en una entrevista con la cadena CNBC, que si bien estaba “exasperado” por la crisis , no negociaría con los republicanos hasta que acepten otorgar los fondos necesarios al Gobierno sin poner condiciones sobre su reforma de la salud.
“Estoy exasperado, porque esto (el bloqueo sobre el presupuesto y el tope de endeudamiento) es enteramente innecesario”, expuso.
Además de Reid y Boehner, en la reunión participaron el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell y la jefa de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Esta paralización de la Administración federal, sin antecedentes en casi 18 años, tuvo una primera consecuencia internacional: parte de una gira por Asia que Obama comenzaría el sábado fue anulada.
En tanto, Estados Unidos podría enfrentar una cesación de pagos por primera vez en su historia si el Congreso no habilita al Poder Ejecutivo a adquirir más deuda.
El país superó su límite de endeudamiento ($16,7 billones) y funciona gracias a “medidas extraordinarias” adoptadas por el Tesoro.
El titular de esa cartera, Jacob Lew, advirtió reiteradamente que el 17 de octubre los fondos se terminarán. Entonces, Estados Unidos podría entrar en cese de pagos por primera vez en su historia.
Cada quien en lo suyo. No obstante esta perspectiva, la reunión en la Casa Blanca lo único que dejó claro es la profunda divergencia entre los contendientes.
Boehner describió el encuentro, el primero mantenido en la Casa Blanca desde que empezó la crisis, como “agradable y educado” .
“Pero en algún momento vamos a tener que permitir que el proceso avance”, destacó. “ Que nos sentemos y tengamos una conversación seria sobre cómo resolver las diferencias”, declaró .
Recordó que su partido ha remitido cuatro propuestas al Senado y que todas han sido rechazadas y, lamentó que los demócratas no acepten la posibilidad de convocar un comité de conciliación que reuniría a miembros de ambas cámaras para negociar.
Reid replicó que ha ofrecido a Boehner convocar ese comité si antes él accede a reabrir la Administración, con el fin de que el panel se centre en aprobar un presupuesto a largo plazo “y negociar sobre gastos, sanidad” y todo lo que los republicanos quieran plantear.
“Y me responde que solo quiere aprobar un presupuesto a corto plazo, cuando tenemos el problema del techo de la deuda a la vuelta de la esquina. Creía que él estaba preocupado por los asuntos fiscales permanentes de este país. Pero parece que mi amigo Boehner no puede aceptar un sí por respuesta”.