Richmond, Virginia, EE. UU. AP. En Estados Unidos, un menor de 18 años no puede comprar cigarrillos, pero niños de hasta 7 años trabajan jornadas largas en los campos cosechando hojas de tabaco que contienen nicotina y pesticidas, en ocasiones bajo condiciones peligrosas y calor sofocante.
Los datos forman parte de un informe publicado ayer por Human Rights Watch (HRW) , una organización internacional defensora de los derechos humanos.
El informe detalla las conclusiones de entrevistas con más de 140 menores que trabajan en granjas en Carolina del Norte, Kentucky, Tenesí y Virginia, la principal zona tabacalera del país.
El grupo dice que la mayor parte de lo que documentó es legal con base en la ley estadounidense, pero su intención es poner de relieve la práctica e instar tanto a los gobiernos como a las compañías tabacaleras a tomar más medidas para proteger a niños del peligroso trabajo de cosecha del cultivo comercial.
Deuda. “Estados Unidos le ha fallado a las familias estadounidenses al no proteger significativamente a niños agricultores de los peligros a su salud y seguridad, incluso en los campos de tabaco”, manifestó Margaret Wurth, investigadora de los derechos de los niños y coautora del informe.
“El trabajo agrícola es de por sí arduo, pero los niños que trabajan en granjas tabacaleras se enferman tanto que vomitan, se cubren de pesticidas y no tienen un equipo real de protección”.
Niños entrevistados por el grupo en el 2012 y el 2013 reportaron vómitos, náuseas y dolor de cabeza cuando trabajaron en granjas tabacaleras. Los síntomas son acordes con envenenamiento por nicotina llamado a menudo “enfermedad del tabaco verde”, que ocurre cuando los trabajadores absorben nicotina a través de la piel, por contacto con las plantas de tabaco.
Los niños dijeron, además, que trabajaban jornadas largas, sin pago por tiempo extra o descansos suficientes, y sin equipo protector o con uno inadecuado.
De acuerdo con el informe, las leyes de trabajo agrícola en Estados Unidos permiten que los niños trabajen jornadas más largas a edades menores y en condiciones más peligrosas que los chicos en cualquier otra industria.