Washington y Columbia. EFE y AFP. Una victoria de la demócrata Hillary Clinton y del republicano Donald Trump en la maratón electoral del supermartes –el 1.° de marzo– les podría consolidar su camino hacia la postulación como candidatos a la Presidencia de Estados Unidos.
Trump tiene actualmente 82 delegados y si mantiene el ritmo, podría afianzar su objetivo de alcanzar el mínimo de 1.237 delegados para conseguir la nominación republicana.
Clinton, exsecretaria de Estado, llega a la contienda fortalecida por el triunfo logrado el sábado en Carolina del Sur. Dispone ya de 544 delegados frente a 85 de su rival en el Partido Demócrata, Bernie Sanders.
En la jornada del supermartes habrá elecciones primarias y caucus –tanto republicanos como demócratas– en 10 estados: Alabama, Arkansas, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minesota, Oklahoma, Tenesí, Texas, Vermont y Virginia. También, se darán caucus (asambleas populares) solo republicanos en Alaska y Wyoming, y demócratas en el territorio estadounidense de Samoa, en el Pacífico.
Trump como favorito. Las encuestas dan ventaja a Trump en todas las contiendas estatales de primarias republicanas a excepción de Texas (donde se reparten 155 delegados), y donde el senador Ted Cruz juega en casa y se espera que mantenga su dominio.
Si Trump logra entre 240 y 300 delegados el martes, quedarían pocas dudas de que el magnate de los casinos y hoteles se proclamaría líder de la formación de cara a las elecciones presidenciales, culminando así una gesta de la que nadie lo creyó capaz con su discurso xenófobo y populista.
La siguiente fecha que podría afianzar más a Trump, a quien solo desafían realmente los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, sería el 15 de marzo, donde está en juego, entre otros estados, Florida, estado natal del primero.
En los últimos días, ambos retadores han intensificado los ataques contra el magnate, urgidos de descontarle ventaja.
Clinton con buen paso. En las tiendas demócratas, Hillary Clinton se muestra como favorita para imponerse en gran parte de los estados. En cuatro semanas de contienda demócrata, la exsenadora ganó la primera batalla decisiva de su campaña, después de una ajustada victoria en Iowa , una derrota en Nuevo Hampshire, y de imponerse por cinco puntos en Nevada ante Sanders.
Clinton, de 68 años, obtuvo el sábado 73,5% de los votos en Carolina del Sur, contra 26% del senador de Vermont, según cifras casi definitivas, en un estado donde en las primarias del 2008 había caído frente a Barack Obama.
“A partir de mañana, la campaña se vuelve nacional”, dijo Clinton la noche del sábado ante sus seguidores en Columbia, capital de Carolina del Sur.
Aunque Sanders domina en Massachusetts y Vermont, varios estados sureños que votarán el martes tienen una composición demográfica similar a la de Carolina del Sur, como Alabama, Georgia y Arkansas.
El senador Sanders, de 74 años y quien se autodenomina un socialista demócrata que quiere impulsar una “revolución política” en Estados Unidos, intentó pasar rápido la página de la derrota. “Algunas veces se gana, algunas veces se pierde”, dijo.
Pero advirtió desafiante: “Esta campaña está comenzando. Obtuvimos una victoria decisiva en Nuevo Hampshire. Ella logró una victoria decisiva en Carolina del Sur. Ahora es el turno del supermartes.
La mañana del sábado viajó a Texas, donde se dirigió a unos 10.000 simpatizantes, y luego se desplazó a Minesota, dos estados donde necesita liderar en las votaciones del martes si quiere mantenerse a flote en la contienda con Clinton.
“Cuando tienes a millonarios y a Wall Street y corporaciones estadounidenses vertiendo cientos y cientos de millones de dólares en un proceso político, eso no es democracia, eso es oligarquía”, sostuvo Sanders en un mitin en Rochester, Minesota, en alusión al financiamiento de la campaña de su rival.