Phoenix, EE. UU.
Sara Morales adquirió la ciudadanía estadounidense en el 2010 y ha votado en cada elección desde entonces. Este año, la residente de Phoenix votará por Hillary Clinton, junto con decenas de miles de hispanos con los que cuentan los demócratas para volcar a su favor un estado tradicionalmente conservador.
Crece la perspectiva de que Arizona vote por un demócrata para la presidencia a medida que Donald Trump pierde apoyo dentro de su partido y las organizaciones movilizadoras hacen un esfuerzo para conseguir que los latinos acudan a las urnas en un estado que ha batallado durante mucho tiempo para combatir la apatía del electorado hispano.
En cierto sentido, Trump y el alguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio, facilitan esa tarea este año. El candidato republicano ha enfadado a muchos latinos por decir que los mexicanos son violadores y que va a construir un muro en la frontera por el que obligará a México a pagar. Desde hace mucho tiempo, Arpaio ha sido denostado por los latinos por sus redadas contra migrantes.
Ahora, los activistas van de puerta en puerta y colocan carteles en vecindarios predominantemente hispanos, destacando una propuesta para aumentar el salario mínimo que también estará en la papeleta de votación.
Morales, una funcionaria escolar oriunda de Sonora, México, opina que "Trump no ayudará a nadie. Él no tiene valores".
Objetivo difícil. Lograr que Arizona vote por los demócratas sería una verdadera hazaña. La última vez que el estado eligió a un demócrata a la presidencia fue en 1996, cuando Bill Clinton ganó su segundo mandato. Antes de eso, fue Harry S. Truman en 1948. El presidente Barack Obama lo perdió por 9 y por 8,5 puntos porcentuales en sus dos campañas.
La presidenta del Partido Demócrata de Arizona, Alexis Tamerón, dijo que la campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata invirtieron más de $100.000 en agosto. La campaña de Clinton invirtió $2 millones en Arizona en octubre y envió a Chelsea Clinton —hija de la candidata_, al senador Bernie Sanders y a la primera dama, Michelle Obama, al estado. El senador Tim Kaine, compañero de fórmula de Clinton, pronunciará un discurso en Phoenix el jueves enteramente en español. También tiene planes de hacer campaña en Tucson.
Alrededor de dos tercios de los votantes hispanos registrados se identifican como demócratas, según el Centro de Investigación Pew. Obama ganó el 71% del voto latino en el 2012.
Pero la participación ha sido decepcionante.
Solo el 52% de los latinos en condiciones de votar en Arizona en el 2012 estaba empadronado, de acuerdo con Latino Decisions. Y un 78% de ellos habrían acudido a las urnas.
Los activistas esperan cambiar esta tendencia a la absención electoral con una gran campaña para empadronar a los latinos.
One Arizona, una coalición de 14 grupos, hace campaña en los barrios hispanos desde principios de año. Su vocera, Pita Juárez, afirmó que los activistas empadronaron a 150.000 votantes nuevos en los últimos nueve meses, el doble de su meta original.
One Arizona surgió en el 2010 en respuesta a las redadas en busca de inmigrantes sin permiso de residencia de Arpaio. Muchas de las organizaciones participantes han sido adversarias activas del comisario, con protestas frente a su comisaría y manifestaciones masivas. Arpaio se ha presentado a reelección para un sétimo período a pesar de que está acusado de desacato a la Justicia debido a sus redadas.
Juárez manifestó que la organización regresará a esos barrios para recordar a los votantes empadronados que no dejen de acudir a las urnas el 8 de noviembre.
La exgobernadora Jan Brewer, una partidaria de Trump que firmó la histórica ley de represión de la inmigración conocida como SB1070, descartó que su estado se vuelva demócrata. "No, ellos no salen a votar. No votan", aseguró al diario Boston Globe días atrás.
Luego se retractó, pero los demócratas aprovecharon la declaración para exhortar a los latinos que demuestren lo equivocada que está.
Robert Graham, presidente del Partido Republicano de Arizona, indicó que su partido también ha avanzado en el empadronamiento de latinos, con fuertes campañas en el condado de Santa Cruz, sobre la frontera con México.
Expresó dudas de que Clinton gane en Arizona. "Este ciclo podría ser diferente y podrían ir a votar y el equipo por el que voten yo diría que será el beneficiado y decididamente el ganador" , afirmó.
Según los expertos, aunque Clinton gane Arizona, esto no afectará al resto de la boleta. El senador John McCain tiene una amplia ventaja sobre su contrincante demócrata, Ann Kirkpatrick. Al mismo tiempo se votará sobre iniciativas para legalizar el consumo recreativo de la marihuana y aumentar el salario mínimo.
"Creo que los votantes en Arizona son mucho más liberales que la Legislatura. La imagen del estado se desprende de muchas cosas que ha hecho la Legislatura", expuso David Berman, investigador del Instituto Morrison de Políticas Públicas de la Universidad Estatal de Arizona.
Para imponerse en Arizona, Clinton y su partido deberán contrarrestar a votantes como Ann Miller. La agente inmobiliaria de Scottsdale se identifica como independiente, pero votó por Trump en las primarias republicanas. Consideró que Trump negociará acuerdos comerciales que beneficiarán al país.
"Si hace la cuarta parte de lo que dice que hará, estaremos en mejor situación" , estimó.
Earl Vincent de Berge, director de investigaciones del Centro de Investigaciones sobre la Conducta en Arizona, comentó que se ha acentuado la competencia. Los votantes, señaló, son más centristas que conservadores o liberales.
"Por más que uno no quiera creerlo, las cosas están cambiando" , aseguró.