Honduras. ACAN-EFE y AFP. El Partido Libertad y Refundación (Libre), cuya candidata presidencial fue Xiomara Castro, se convirtió en la primera fuerza de oposición en el Congreso de Honduras, mientras ella sigue reclamando la victoria en las elecciones del 24 de noviembre.
Parte de esa oposición de Libre en el Parlamento hondureño será el expresidente Manuel Zelaya, esposo de Castro, quien fue derrocado en junio del 2009 cuando promovía una asamblea constituyente, desoyendo impedimentos legales.
Zelaya reiteró ayer que Libre, su nuevo partido, “hará una oposición constructiva”, aunque con el triunfo del candidato del oficialista Partido Nacional en la Presidencia, Juan Orlando Hernández , se esfuman las aspiraciones de Castro de instalar una constituyente.
Hernández ha comenzado a establecer contacto con políticos de la oposición y representantes de otros sectores, como la empresa privada, organizaciones de trabajadores, la Policía y las Iglesias.
Además, ayer hizo una gira relámpago por Panamá, Nicaragua y Costa Rica, para invitar a los gobernantes de esos países a su toma de posesión, el 27 de enero del 2014.
Mientras tanto, los técnicos de Libre y del TSE revisaban todas las actas de las elecciones presidenciales a petición de Castro, quien alega que “le robaron el triunfo”.
El TSE no ha terminado de escrutar los votos para escoger a los 128 diputados, pero los informes preliminares de su página electrónica le dan 48 al Partido Nacional, 39 a Libre y 25 al Partido Liberal.
Para el analista político y sociólogo Julio Navarro, el próximo gobierno de Honduras que presidirá Hernández será débil, por lo que tendrá que buscar acuerdos con la oposición en el Parlamento.
Navarro consideró que el Partido Nacional “buscará acuerdos en el Legislativo con el Partido Liberal, porque son los dos que le tienen temor a Libre”, que surgió tras el golpe de Estado del 28 de junio del 2009 a Zelaya.
Navarro dijo que es de esperar también que el Nacional y el Liberal van a hacer alianza al momento de elegir a la nueva Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Superior de Cuentas y otros cargos de instituciones del Estado cuya selección la hace el Poder Legislativo.
Entre algunos problemas que afrontará el próximo gobierno, figuran una alta deuda interna y externa que, globalmente, podría rondar el 60% del PIB, y problemas de liquidez para pagar salarios de unos 205.000 empleados del sector público en primeros meses de 2014.
La OEA sigue. Por otra parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) destacó ayer la “disposición” del TSE de Honduras para revisar las actas de la elección, y anunció que permanecerá en el país hasta el fin del proceso.
Según la ley, el TSE tiene hasta el 24 de diciembre, un mes después de celebrados los comicios, para hacer la declaratoria oficial de los resultados en los que fueron elegidos también 128 diputados y autoridades de 298 municipalidades.
Dos días después de las elecciones, el titular de la delegación de observadores de la OEA, el chileno Enrique Correa, manifestó que “existieron elementos que contribuyeron a la transparencia del proceso que dotan de confiabilidad a los resultados”.