El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó el viernes a Sudán del Sur para exigir la aplicación de un alto el fuego en el conflicto que asuela desde hace cuatro meses al país, amenazado además por la hambruna, observó un periodista de la AFP.
"El secretario Kerry repetirá la obligación para todas las partes de respetar el acuerdo de alto el fuego y de cesar inmediatamente los ataques contra los civiles", declaró una portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.
También pedir a los combatientes que "cooperen totalmente con Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias para proteger a los civiles y entregar asistencia vital a la población de Sudán del Sur", añadió Psaki.
Un alto el fuego firmado en enero quedó en nada.
En un contexto de riesgo de hambruna y temores de genocidio, los dos bandos presentes, las fuerzas gubernamentales del presidente Salva Kiir y los rebeldes de su ex vicepresidente Riek Macher, han sido acusados de múltiples crímenes, como masacres étnicas, violaciones o el reclutamiento de niños soldados.
Kerry, que se reunirá con el presidente Kiir, también se entrevistará con los jefes de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU y con líderes de la sociedad civil y jefes comunitarios.
Un millón de de sursudaneses ha huido de sus hogares desde el inicio de la guerra. Decenas de miles se han refugiado en las bases de la ONU en todo el país.
La víspera de esta visita a Juba, capital más joven del planeta, Kerry alertó sobre los riesgos de genocidio y de hambruna en el país. Y amenazó con sanciones a los líderes de ambas partes.