AFP.
La fiscalía de Honduras solicitó una pena máxima de 72 años de cárcel para los cuatro policías acusados de matar en 2011 a dos estudiantes universitarios, al iniciarse este martes el juicio en su contra en la Corte Suprema de Justicia.
"En base al Código Penal se solicita una pena de 20 a 30 años por asesinato y de tres a seis por abuso de autoridad, más las penas accesorias", por los asesinatos de cada uno de los estudiantes, Alejandro Vargas y Carlos Pineda, dijo la fiscal Wendy Rodríguez.
Los agentes José Pozo, Santos Padilla, Gabriel Marcía y Wilson Córdova enfrentan un tribunal integrado por tres jueces, que preside Ruth Cruz.
En su resumen de los hechos, la fiscal relató que la madrugada del 22 de octubre de 2011 los dos jóvenes salieron en un vehículo de una fiesta en la colonia Miraflores, al este de Tegucigalpa, con dirección a la casa de Pineda, en la colonia 15 de Septiembre, en el sector sur.
En el trayecto, cuatro miembros de una autopatrulla persiguieron el vehículo en el que viajaban los universitarios, contra quienes dispararon sus armas, impactando a Vargas por la espalda. Posteriormente, otros cuatro agentes a bordo de un segundo auto policial se unieron a la persecusión.
Según aseguró la fiscal Rodríguez, los policías detuvieron a los jóvenes, a los que asesinaron disparándoles a la cabeza.
Vargas era hijo de la rectora de la Universidad Nacional Julieta Castellanos, quien con los recursos técnicos de la casa de estudios y videos de negocios probó que los homicidas de los dos jóvenes eran policías del distrito del barrio La Granja, sur.
De los ocho policías implicados en los hechos, dos fueron sobreseidos y otros dos se encuentran en fuga, por lo que solo cuatro están siendo precesados.