San Salvador
Las elecciones presidenciales de este domingo en El Salvador transcurrían con tranquilidad y gran afluencia de votantes, quienes deciden entre la continuidad de la izquierda o el retorno de la derecha, con la esperanza de una mejora en la economía y de acabar con el terror que imponen las pandillas.
Durante las primeras horas de la jornada, en las calles de San Salvador y en las principales ciudades se observaba un constante movimiento de personas hacia los centros de votación, donde reinaba un ambiente entusiasta.
Tanto el candidato del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, en el poder), Salvador Sánchez Cerén, el favorito de las encuestas, instó a su oponente Norman Quijano, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), a aceptar los resultados.
"La primera invitación que hago a mi adversario es que de resultar perdedor no dude en reconocer la victoria del FMLN", manifestó Sánchez Cerén, tras emitir su voto en San Salvador.
Quijano dijo que cuando se conozca el resultado de las elecciones es importante hacer un llamado al diálogo y a hacer a un lado las diferencias, porque nadie puede gobernar sin la ayuda del otro partido.
Unos 4,9 millones de electores están llamados a elegir al sustituto del presidente Mauricio Funes, quien bajo la bandera del el ex guerrillero FMLN se convirtió en el primer presidente de izquierda del país.
Sánchez Cerén, un maestro y excomandante guerrillero de 69 años, ganó a Quijano, un odontólogo de 67 años, la primera ronda del 2 de febrero por 10 puntos, pero sin llegar al 50% más uno necesario para evitar el balotaje.