San Francisco, EE. UU. AFP. Un Boeing 777 de la compañía surcoreana Asiana Airlines se incendió parcialmente tras aterrizar de emergencia ayer en el aeropuerto internacional de San Francisco, California, con más de 300 personas a bordo. Hubo dos muertos, un desaparecido y 181 heridos.
El jefe adjunto de bomberos, Dale Carnes, precisó que de los 291 pasajeros y 16 tripulantes de la aeronave, 181 fueron llevados con heridas de diversa consideración hacia hospitales y otros 123 estaban sanos y salvos. Dos personas murieron y un pasajero figuraba aún como desaparecido.
Un agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), David Johnson, dijo que hasta el momento no hay ningún elemento que permita indicar que el accidente fue originado por un acto terrorista.
“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para descubrir qué fue lo que pasó”, añadió.
El Hospital General de San Francisco, uno de los que trata a los heridos, había indicado más temprano que tenía a cargo 10 personas (6 de ellas mujeres y 4 hombres), todas en estado “crítico”.
El Boeing yacía cerca de la pista, semicalcinado, con la cola separada del resto del fuselaje por unos 100 metros. El aparato, que veía de Seúl, no embistió ningún edificio.
Entre los pasajeros había 77 coreanos, 141 chinos, 61 estadounidenses y un japonés, puntualizó la aerolínea.
El aparato, rodeado de camiones de bomberos, ambulancias y otros vehículos de equipos de emergencia, reposaba en una sección de tierra paralela a la pista.
La Autoridad Federal de Aviación (FAA) estadounidense confirmó que el avión se accidentó al tocar tierra. Testigos del accidente afirman que la cola del aparato golpeó la pista al aterrizar.
Las causas del accidente se ignoraban. La presidenta de la Agencia de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), Debra Hersman, expresó que “es aún muy temprano para decir algo” y que “todas las hipótesis están sobre la mesa”.
El portavoz de la FAA, Lynn Lunsfor, declaró que el aeropuerto internacional de San Francisco clausuró sus operaciones hasta nuevo aviso y que la mayoría de los vuelos fueron desviados a la ciudad de Los Ángeles.