El valor de venta de Angel Fernández de Soto, un retrato de 1903 de un amigo del pintor malagueño, estaba tasado por la casa Sotheby's entre $10 millones y $15 millones, aunque mucha gente del mundo del arte había esperado que superara esos cálculos.
Pero no solo Picasso impuso una marca. Henri Matisse con La Pose Hindoue, obra que se había valorado entre $8 millones y $10 millones, se remató en $14,8 millones (unos 2.597 millones de colones).
El cuadro de Matisse que más alto precio había alcanzado hasta ahora era Armonía amarilla, que se vendió en $14,52 millones en noviembre de 1992.
Los compradores de las diez obras de más alto precio se mantuvieron anónimos.
El total para la colección de pinturas impresionistas y modernas y esculturas de Donald y Jean Stralem fue de $65,2 millones (aproximadamente 11.443 millones de colones), superior a los estimados de $38 millones a $50 millones.
Algunos expertos en este campo han especulado que estos récords ponen más estable el mercado y que quizás se está volviendo a las sumas asombrosas alcanzadas en la década del 80.