Washington. AP. Frustrado con el Gobierno de Afganistán, el presidente Barack Obama ordenó al Pentágono que acelere la planificación para el retiro de las fuerzas estadounidenses de ese país a finales de este año.
Sin embargo, Obama también confía en que el próximo mandatario de Afganistán suscriba finalmente un acuerdo de seguridad que impida ese retiro.
Obama conversó el martes anterior con el presidente afgano, Hamid Karzái, en el primer diálogo directo entre ambos gobernantes desde junio pasado.
La Casa Blanca está frustrada con Karzái, quien rehúsa suscribir el pacto de seguridad que la Casa Blanca considera crucial para mantener la presencia de las fuerzas estadounidenses en Afganistán después de que la guerra concluya a finales de año.
Sin indicios de que Karzái firme el acuerdo, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que Obama encargó al Pentágono preparar la contingencia de que no haya soldados en Afganistán más allá del 2014, pero que Estados Unidos sigue abierto a mantener fuerzas en Afganistán si puede firmarse un acuerdo más adelante este año, probablemente después de las elecciones afganas de abril.
Esa decisión pareció destinada a disminuir el papel de Karzái en las negociaciones sobre el futuro de la presencia militar estadounidense en Afganistán. Karzái irritó a Washington con su retórica antiestadounidense, como también su decisión en este mes de poner en libertad a 65 prisioneros pese a las objeciones de Estados Unidos.
La Casa Blanca insiste en que no dejará ningún soldado allá luego de diciembre, sin un acuerdo.