Washington.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este martes $33.000 millones en nuevas inversiones de Estados Unidos en África, tanto en dinero público como privado, al tiempo que urgió a los líderes del continente a mejorar el ambiente para los negocios y detener la corrupción.
Obama dijo que las empresas estadounidense planean invertir $14.000 millones en nuevas inversiones y otros $12.000 millones para el crucial sector energético africano.
Estados Unidos, en asociación con el sector privado, el Banco Mundial y el gobierno sueco, otorgarán $26.000 millones para el programa Power Africa, que busca duplicar el acceso a la electricidad en Africa subsahariana.
"La conclusión es que Estados Unidos está haciendo una inversión a largo plazo en el progreso africano", dijo durante la cumbre Estados Unidos-África que se celebra en Washington.
Sin embargo, subrayó que los líderes del continente tienen que poner de su parte.
"El dinero es una cosa. Los programas de desarrollo y los proyectos son una cosa. Pero las leyes, la reforma regulatoria, el buen gobierno: estas cosas importan incluso más", aseveró Obama. "La gente debería ser capaz de comenzar un negocio y enviar sus artículos sin tener que pagar un soborno o contratar al primo de alguien".
Tras una primera jornada el lunes dedicada a la democracia y los derechos humanos, la cumbre Estados Unidos-África se centró en su segundo día en el objetivo principal de la reunión: comercio e inversiones con el continente de crecimiento más alto del mundo, de 5,8% para 2015, según el FMI
La secretaria de Comercio, Penny Pritzker, dijo que Estados Unidos trabajará para fortalecer los lazos comerciales. "El momento de hacer negocios en África ya no es dentro de cinco años, es ahora", dijo. Agregó que ello traería beneficios a ambas partes.
Washington también tiene interés en que sus empresas se beneficien con los 350 millones de consumidores de clase media africanos, afirmó Pritzker.
De su lado, el secretario del Tesoro, Jacob Lew, instó a África a desarrollar mercados de capitales "más seguros y más abiertos" para favorecer las inversiones y desarrollar el comercio para crear empleos.
"África atrajo más de $50.000 millones en flujos de capitales en 2012", recordó, y agregó que para sacar partido a ese acceso al financiamiento, África debe continuar con sus reformas económicas generando un clima de inversión "más hospitalario y previsible".
Estados Unidos busca sobre todo quedarse con buena parte del sector eléctrico en África, la construcción de plantas de generación de energía e instalaciones de distribución que, aseguran, impulsarán aún más el crecimiento económico.
General Electric, que ya cuenta con una destacada presencia en África, anunció el lunes que planeaba invertir $2.000 millones en la construcción y ensamblado de equipos para petróleo y otras industrias, así como la capacitación en materia de salud y otros sectores.
Estados Unidos tiene mucho retraso en materia de comercio e inversiones en África con respecto a la Unión Europea, que lleva la delantera gracias a los lazos históricos y coloniales con algunos Estados miembro, y China, que tiene sed de materias primas.
En 2013, los intercambios comerciales entre África y Pekín alcanzaron $210.000 millones, más del doble de los $85.000 millones entre Washington y los países de ese continente.
El lunes, el secretario de Estado, John Kerry, no se anduvo con rodeos.
"Lo digo sin complejos, queremos y vamos a trabajar duro para que más empresas estadounidenses inviertan en África. Queremos igualmente que haya más empresas africanas que inviertan aquí, en Estados Unidos, y que no haya razón para que no puedan (hacerlo)", recalcó Kerry.
Los africanos critican a las empresas estadounidenses, alegando que están ancladas en viejos estereotipos y por ser demasiado reacias a negociar con ellos por los riesgos que implica, a pesar del alto crecimiento.
De su lado, Estados Unidos reconoce que la principal herramienta de intercambio entre Estados Unidos y África, el acuerdo denominado Agoa, no ha sido adaptado a las circunstancias. Este programa otorgaba ventajas comerciales a algunos productos africanos desde 2000 y en principio debe ser renovado en 2015.
"Está claro que la África de 2014 no es la África de 2000", reconoció el Representante estadounidense de Comercio, Michael Froman.
Habrá que romper también con una imagen estereotipada de África a menudo demasiado asociada "a los conflictos, a la enfermedad y a la pobreza", reconoció Susan Rice, asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, admitiendo que los estadounidenses tienen "todavía mucho trabajo por hacer para hacer cambiar una visión desfasada en la que África es a menudo marginada".
Emprendedores africanos denuncian también los viejos estereotipos que persisten en Estados Unidos.
"En todas partes de África hay hombres de negocios chinos, brasileños. Ninguno de nosotros fue a Brasil, Asia o China para pedirles venir e invertir en África. Ellos se buscaron la vida, vinieron e invirtieron", consideró el magnate de las telecomunicaciones Mo Ibrahim, de origen sudanés y uno de los primeros multimillonarios africanos.