Johannesburgo aFP La Policía sudafricana realizó una importante redada ayer en los centros de residencia de mineros en huelga de Marikana , lo que provocó choques que dejaron varios heridos.
Dicha cuenca minera, de donde se extrae la quinta parte de la producción mundial de platino, ha sido escenario desde hace semanas de violentos disturbios.
Al menos 500 policías participaron en la operación, primera que se registra desde la balacera del 16 de agosto pasado, que terminó con 34 muertos despertando los peores fantasmas de la represión de la época del apartheid .
Según la cadenas informativas locales, la Policía operó sin contemplaciones. “Es necesario intervenir ya que llegamos a un punto en que hay que tomar decisiones importantes”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia, Mac Maharaj.
“Si dejamos esta situación desarrollarse, la economía va a sufrir gravemente. No privamos a nadie de sus derechos”, agregó subrayando que la intervención respeta el marco legal y que la violencia está del lado de los huelguistas.
El portavoz hizo referencia al cuerpo de un sindicalista hallado muerto el martes asesinado con un machetazo en la cabeza por lo que es la víctima 45 desde que comenzó el conflicto social en Marikana.
Conflicto. Los empleados de Lonmin (empresa británica) están en huelga desde el 10 de agosto por sus salarios, y el movimiento fue seguido por mineros de otras empresas del sector.
Tras la redada, los mineros se reagruparon por la mañana no muy lejos de donde se produjo el tiroteo del 16 de agosto, pero la Policía los dispersó con gases lacrimógenos. Los mineros huyeron entonces hacia una zona vecina, en donde armaron barricadas con neumáticos y lanzaron piedras a los policías que los seguían.
La Policía respondió con disparos de munición de goma que dejaron varios heridos, al menos dos mujeres entre ellos.
El Gobierno sudafricano , inquieto por las consecuencias económicas de las tensiones sociales en el sector, anunció el viernes medidas para mantener el orden en la región de Rustenburgo (norte), donde se halla la mina de Marikana, mientras otras compañías mineras cerraron uno a uno sus pozos de platino.