Empero, el jefe del Pentágono reclamó acciones más decisivas de parte del Congreso para eliminar la amenaza de recortes forzados en el gasto, incluidos los militares, que podrían aplicarse dentro de dos meses en caso de que los legisladores no logren ponerse de acuerdo en cómo reducir el déficit presupuestario.
“Si el Congreso no hubiera actuado, el Departamento de Defensa –así como otras agencias estatales– se habría visto forzado a tomar medidas drásticas que habrían impactado en nuestro personal civil e interrumpido nuestras misiones”, destacó Panetta en un comunicado.
El secretario agregó que cerca de un año advirtió sobre los efectos potencialmente desastrosos que tendrían recortes automáticos en el presupuesto.
“En las últimas semanas, mientras nos vimos forzados a prepararnos a implementar esta ley, mis preocupaciones sobre sus efectos dañinos no hicieron más que crecer”, señaló Panetta.
Hasta firmarse el acuerdo en el Congreso, la noche del martes anterior, Panetta aseguró temer anunciarle a los 800 mil empleados civiles del Pentágono posibles licencias forzadas para absorber los recortes presupuestarios que se perfilaban.