En su regreso al Vaticano, el papa Francisco hizo un llamado para que las mujeres amenazadas por el virus del Zika usen anticoncepción artificial y descartó que el aborto en este casos sea una buena medida.
El pontífice hizo el llamado debido al riesgo al que se expone la población femenina en estado de embarazo.
Francisco añadió que el aborto no es un mal menor, sino más bien es un crimen. "Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia", dijo a los 76 representantes de medios internacionales de prensa que viajaron con él.
El papa Francisco dejó abierta la posibilidad de usar esos métodos al recordar que el papa Pablo VI en una situación difícil en África (la guerra en el Congo Belga) permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos en los que fueron violadas. Aunque pidió no confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto.
"El aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos. En cambio, evitar el embarazo no es un mal absoluto", declaró Francisco.
El Papa hizo un llamado a los médicos, para que hagan de todo para encontrar las vacunas contra los mosquitos que contagian el zika.
La ONU instó en febrero a los países afectados por el zika a autorizar el aborto ante su probable relación con malformaciones en los fetos y problemas neurológicos.
América Latina y el Caribe es la región más afectada del mundo, en particular Brasil (1,5 millones de contagiados) y Colombia (20.000).
La recomendación de las Naciones Unidas genera problemas a los gobernantes latinoamericanos, divididos entre respetar la doctrina católica y su voluntad de frenar un importante problema de salud pública.