Ciudad del Vaticano. aFP, AP y EFE El papa Francisco ofició ayer su primera misa de Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro y anunció su viaje en julio a Brasil para presidir la Jornada Mundial de la Juventud.
La plaza rebosaba con miles de peregrinos, turistas y romanos ansiosos de participar con el Papa en la ceremonia solemne que marca el inicio de Semana Santa, que conducen a la Pascua de resurrección, el día más importante del cristianismo.
La celebración de uno de los ritos más importantes de la Iglesia católica, ocurre un día después de su histórico encuentro con su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI , en Castelgandolfo, en el que por primera vez dos papas, rezaron juntos y conversaron.
En una plaza atestada de jóvenes, el papa reivindicó los principios básicos de su pontificado: atención a la juventud, alegría, esperanza y significado de la cruz, es decir del sacrificio.
Además, apegado a su estilo espontáneo, el primer papa latinoamericano se apartó en varias ocasiones del texto preparado para su homilía para animar a los fieles a llevar una vida sencilla.
Al término del rito, el sumo pontífice recorrió en papamóvil la plaza, acarició niños y saludó a los fieles, entre ellos numerosos argentinos con sus banderas.
Viaje a latinoamérica. “Aguardo con alegría el próximo mes de julio en Río de Janeiro. Los cito en aquella gran ciudad”, dijo el Papa al confirmar el viaje a América Latina y al país con más católicos del mundo, con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ).
El vicepresidente del Comité organizador local de las JMJ, Antonio Augusto, obispo auxiliar de Río, declaró al diario O Globo que “más argentinos que lo previsto participarán en el evento debido al origen de Francisco, quien fue arzobispo de Buenos Aires, y también más latinoamericanos dado que se trata del primer papa de este continente”.
Además de una mayor afluencia, los organizadores prevén que el papa utilice un estilo más distendido que el de su predecesor Benedicto XVI en su discurso y en defensa de la ecología, del ecumenismo y de los pobres.
Por su parte, los obispos de Centroamérica pedirán al papa Francisco que visite “algún país” de la región en julio próximo, en ocasión de su presencia en Río de Janeiro.
El arzobispo de Guatemala, monseñor Julio Vian, dijo que “nosotros los obispos de Centroamérica haremos al papa la invitación”.
“Tendríamos que ver después a qué país” podría visitar el Sumo Pontífice, pero de momento, señaló Vian, lo importante es hacerle la invitación aprovechando su viaje a Brasil.
Las JMJ tendrán lugar por segunda vez en América Latina, 26 años después de las de Buenos Aires presididas por Juan Pablo II.