Washington (AFP y AP). El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, expresó este lunes su respaldo a la realización de un recuento de votos en Venezuela, donde Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales de ayer por una mínima diferencia. Esta iniciativa fue secundada hoy por la Casa Blanca.
Estados Unidos se expresó hoy a favor de un recuento total de los votos, una medida que la Casa Blanca consideró como “importante, prudente y necesaria”.
El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney dijo en conferencia de prensa que “apresurarse a una decisión en estas circunstancias sería inconsistente con las expectativas de los venezolanos por un resultado claro y democrático”.
“Sobre la necesidad de realizar una auditoria y un recuento completo de la votación, el Secretario General Insulza expresó su respaldo a esta iniciativa y puso a disposición de Venezuela el equipo de expertos electorales de la OEA“, indicó un comunicado de la organización continental con sede en Washington.
El candidato opositor Henrique Capriles se niega a reconocer los resultados hasta que se haga un recuento de la votación, en la cual según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE) Maduro obtuvo la victoria con el 50,66% de los votos sobre el 49,07% para Capriles, una diferencia absoluta de 235.000 votos.
Capriles denunció miles de “incidencias” que podrían haber afectado el resultado final de la reñida votación.
Maduro, delfín del carismático presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido de cáncer el 5 de marzo, dio por su parte su acuerdo para que se haga una auditoría que despeje dudas de los resultados.
Las autoridades electorales anunciaron la victoria de Nicolás Maduro por 235.000 votos o 1,59 puntos porcentuales, por lo que su contrincante opositor Henrique Capriles condicionó reconocer el resultado a un recuento total de los votos.
Insulza llamó a “un diálogo nacional” en Venezuela ante el “contexto de profunda división y polarización política”, que “contribuya a serenar el ánimo (...) y ayude a trazar un camino compartido para fortalecer la gobernabilidad del país”.
La OEA no tuvo una misión de observación en Venezuela , lo cual no es permitido por las leyes locales, pero Insulza envió al exgobernador de Nuevo México, el estadounidense Bill Richardson, como su representante para las elecciones.
De vuelta en EE. UU., una de las primeras legisladoras de ese país en pronunciarse sobre los comicios venezolanos fue la republicana Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, quien exhortó al gobierno estadounidense a desconocer los resultados “hasta que se haga una revisión abierta y transparente de los votos” .
Venezuela y Estados Unidos adolecen de embajadores desde 2010, pero el intercambio comercial entre ambos países se ha mantenido pese a que las relaciones se han vuelto tensas desde que Chávez asumió el poder en 1999.