México. AFP. Unos 250 millones de niños en el mundo no adquieren los conocimientos básicos en sus escuelas, un problema del que no escapa América Latina y que supone un alto costo para la región, según un informe de la Unesco.
“La crisis mundial del aprendizaje” ha hecho que, en los países pobres, uno de cada cuatro niños no sea capaz de leer una oración completa, puntualizó la Unesco en su reporte de seguimiento de la iniciativa Educación para todos en el mundo 2013 .
Estas dificultades de lectura afectan a alrededor de 175 millones de niños y se acentúa entre las niñas, subrayó la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). En América Latina, el nivel de aprovechamiento escolar es superior al de otras regiones, pero existen cifras muy desiguales entre los países.
En términos globales, alrededor del 10% de los niños latinoamericanos en edad de escolarización primaria no está adquiriendo las competencias básicas en lectura, pero su proporción oscila entre el 4% de México, el 25% de Guatemala y se eleva hasta el 40% en Nicaragua, alertó.
En matemáticas, aproximadamente tres de cada 10 niños de la región no están adquiriendo los conocimientos elementales.
“¿De qué sirve la educación si los niños, después de años escolarizados, acaban sus estudios sin las competencias que necesitan?”, se preguntó la directora del informe, Pauline Rose.
Estas deficiencias educativas tienen un desgaste económico para los países. La Unesco estima que el costo de que 250 millones de niños en todo el mundo no estén adquiriendo los conocimientos básicos, genera unas pérdidas anuales de $129.000 millones a los Gobiernos.
En cambio, promover una educación de calidad “puede ofrecer una enorme recompensa económica y redundar en un aumento del producto interno bruto de un país de un 23% a lo largo de 40 años”.
Casos. La Unesco ejemplifica esa estimación con la situación de Guatemala en el 2005, cuando los adultos estaban escolarizados en promedio 3,6 años y el nivel medio había subido solo 2,3 años desde 1965.
“Si Guatemala hubiera alcanzado el promedio regional (de 3,6 años de 1965 a 7,5 de 2005), podría haber duplicado con creces su tasa de crecimiento económico medio anual entre 2005 y 2010”, dijo el informe.
Recordó también que para lograr una educación de calidad, los Gobiernos deben contar con un número suficiente de docentes y “proporcionarles una formación pertinente, destinarlos a aquellas zonas en las que sean más necesarios y ofrecerles incentivos para que adquieran un compromiso a largo plazo con la enseñanza”.
En Latinoamérica, los docentes ganan en general un salario que les permite vivir por encima del umbral de pobreza, pero los sueldos no son mejores que los de quienes ejercen profesiones que requieren cualificaciones similares. Entre 2007 y 2008, profesionales y técnicos con características similares ganaban un 43% más que los maestros de enseñanza preescolar y primaria en Brasil, y un 50% más en Perú.
Asimismo, en América Latina, “los niños procedentes de entornos desfavorecidos quedan en un nivel muy inferior con respecto a los niños de medios más acomodados”, indicó la Unesco al advertir de que buena parte no acaba sus estudios.
En El Salvador, por ejemplo, el 84% de los niños de los hogares más acomodados finalizan la enseñanza primaria y dominan las competencias básicas, frente al 42% de los provenientes de los hogares más pobres, una diferencia que en Guatemala es de 75% frente a un 25%.
La iniciativa Educación para todos fue un compromiso de 164 Gobiernos realizado en el Foro Mundial de Dakar-2000 para garantizar la educación básica de calidad a todos los niños, jóvenes y adultos en el mundo.
El organismo de la ONU resaltó que, a menos de dos años de que se cumpla el plazo fijado para la consecución de sus metas, “es indudable que, pese a los progresos logrados a lo largo del último decenio, no se alcanzará ni uno solo de los objetivos a escala mundial antes de que concluya el 2015”.