Phnom Penh
La oposición camboyana anunció este lunes que no reconoce la victoria del primer ministro Hun Sen en las elecciones legislativas del domingo y exige una investigación independiente sobre supuestos fraudes en los comicios.
Al término de una consulta considerada injusta por organizaciones locales e internacionales, la oposición la cual, unida como nunca, ha obtenido unos resultados mucho mejores que hace cinco años, ha decidido proseguir su combate.
"El Partido de Salvación Nacional de Camboya (CNRP) no puede aceptar los resultados (...) ya que ha hallado un gran número de irregularidades serias", dijo en un comunicado.
El CNRP exige el establecimiento de un comité que investigue estas irregularidades, integrado por miembros de la mayoría y de la oposición, de la Comisión Electoral Nacional (NEC) así como representantes de la ONU y organizaciones de la sociedad civil, que entregue sus conclusiones "como muy tarde el 31 de agosto".
El domingo, el Partido del Pueblo de Camboya (CPP) del hombre fuerte del país, que lleva en el puesto de primer ministro desde 1985, anunció que conserva la mayoría en el parlamento, con 68 escaños frente a 55 de sus adversarios.
Poco antes, la oposición camboyana había anunciado su victoria, para luego retractarse sin mencionar ningún tipo de resultado.
No obstante, lo anunciado por el CPP constituye un resultado muy digno para la oposición. En 2008, Hun Sen y sus partidarios lograron 90 de los 123 escaños.
En una conferencia de prensa el lunes, el jefe de la oposición que regresó recientemente del exilio, Sam Rainsy, dijo que 1,25 millones de personas habían desaparecido del censo, en el que había 1 millón de nombres falsos y 200.000 duplicados en varias listas.
"No tratamos de negociar nuestra participación en el gobierno, no nos interesa", afirmó.
"Lo que nos interesa es hacer justicia al pueblo camboyano para asegurar que que su voluntad no se vea deformada como hasta ahora", agregó.
Este exbanquero, de 64 años, vivía en Francia desde 2009 para escapar a condenas a once años de cárcel que sus partidarios consideraban políticas. En octubre fue indultado por el rey a pedido de Hun Sen.
A su regreso a Phnom Penh, tardó cinco horas en recorrer los pocos kilómetros que separan el aeropuerto de un parque donde se dirigió a sus partidarios prometiendo escribir "una nueva página para Camboya".
Por su parte, varias organizaciones extranjeras denunciaron las condiciones de la elección.
Phil Robertson, subdirector para Asia de la organización de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York, denunció un "nivel de manipulaciones e infracciones sin precedentes en el proceso electoral en Camboya".
"Es muy difícil decir que se ha tratado de elecciones libres y justas. Yo creo que no se ha respetado la igualdad de oportunidades", explicó a la AFP Kol Preap, director de Transparencia Internacional en Camboya.
En este contexto, el portavoz del CPP, Khieu Kanharith, afirmó que su partido respetará la decisión de la NEC, la cual hasta el momento ha negado toda irregularidad.
Hun Sen, de 60 años, es uno de los dirigentes más longevos de Asia. Símbolo de la estabilidad y de la paz para muchos camboyanos, presidió la transformación de un país que emergió de décadas de guerra civil convirtiéndolo en una de las economías más dinámicas de la región.