Nueva York. (AFP). El subsecretario general de Naciones Unidas, Jeffrey Feltman, llamó hoy a incrementar el apoyo internacional para proteger al crecientemente dividido Líbano, que corre el riesgo de desestabilización, como consecuencia de la guerra civil en el vecino Siria.
Mortíferos enfrentamientos en Líbano entre partidarios y opositores al presidente sirio Bashar al-Asad ponen de relieve la necesidad de una acción internacional, dijo el jefe político de la ONU ante el Consejo de Seguridad.
“A medida que la crisis en Siria continúa deteriorándose, la situación en Líbano se hace más precaria y la necesidad de un contínuo apoyo internacional al gobierno y a las fuerzas armadas libanesas más importante”, subrayó Feltman.
Hombres armados sunitas y alauitas estaban en pie de guerra hoy en Trípoli, en el norte de Líbano, donde se oían disparos de forma intermitente, después de un día de violencia que dejó seis muertos y 75 heridos, en ambos campos, según un último balance.
El primer ministro libanés, Najub Mikati, llamó al ejército y a las fuerzas de seguridad “a hacer lo posible para detener esta batalla absurda”.
Francia mostró su preocupación por los enfrentamientos y advirtió ante la posibilidad de un traslado del conflicto sirio a territorio libanés. Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano dijo estar “muy inquieto por las violencias” del norte de Líbano y por una “reacción en cadena desde Siria”.
La ONU mantiene una fuerza de paz de 11.500 miembros en el sur de Líbano, para controlar la zona tapón que limita con Israel, que libró una devastadora guerra contra el movimiento chiita libanés Hezbola en 2006.
Los chiitas de Líbano apoyan al gobierno alauita de Asad, mientras que los sunitas se alínean con los rebeldes opositores sunitas de Siria. Hezbola ha sido un estrecho aliado de Asad.