“Nos preocupa la suspensión del juicio, es esencial que el juicio continúe de una u otra forma”, afirmó a la prensa Rupert Colville, portavoz de la Alta Comisionada de este organismo, Navi Pillay.
“Es un golpe para las numerosas víctimas de las atrocidades cometidas durante la guerra civil guatemalteca, que han esperado más de 30 años para que se haga justicia”, dijo el portavoz.
“El juicio daba a las víctimas la oportunidad por primera vez de testimoniar en la misma sala que los altos oficiales acusados de haber ordenado el incendio de pueblo, y la violación y la ejecución de más de 1.770 indios mayas ixiles en 1982 y 1983”, añadió Colville.
El organismo de derechos humanos hizo un llamado a las autoridades guatemaltecas para que se garantice un juicio justo e independiente y se proteja a los jueces de amenazas.
Una jueza guatemalteca anunció el jueves la anulación de lo actuado durante un mes en el juicio por genocidio contra Ríos Montt, debido a la existencia de recursos pendientes.
Ríos Montt, quien gobernó de facto entre 1982 y 1983, y el exjefe de inteligencia militar, José Rodríguez, son juzgados por la masacre de esos indígenas mayas ixiles, una de las más cruentas matanzas de la guerra que vivió Guatemala durante 36 años y que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según informes de la ONU.
El proceso contra Ríos Montt ha sacudido a la sociedad guatemalteca y provocado fuertes divisiones al develar, treinta años después, los entretelones de una larga y sangrienta guerra.