Nueva York. EFE. La ONU mostró ayer su preocupación por el inicio de una nueva etapa de “brutalidad” y “violencia” en Siria, cuando se cumplen veinte meses del inicio del conflicto, el cual, según algunos informes, deja a la fecha unos 30.000 muertos aunque el organismo no puede verificar las cifras.
Así lo advirtió el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, al hablar del conflicto en Siria durante el debate mensual sobre Oriente Medio en el Consejo de Seguridad, en el que aseguró que la crisis en el país árabe ha entrado en unos niveles de violencia “espantosos”.
Feltman advirtió, ante los quince miembros del máximo órgano de seguridad, de que la actual situación en Siria está creando un “terreno fértil” para que se cometan “todo tipo de acciones terroristas”, desde violaciones de derechos humanos y detenciones arbitrarias a torturas y ejecuciones arbitrarias.
“Naciones Unidas no está en disposición de verificarlo, pero los últimos informes hablan ya de más de 30.000 muertos”, añadió ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, quien alertó, en todo caso, acerca de que estimaciones así dan una idea “de la magnitud del baño de sangre” en Siria.