Washington. EFE. A 40 días de las elecciones generales, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos están en una intensa lucha por obtener el voto de la clase media.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien aspira a la reelección, y su rival republicano, Mitt Romney, agudizaron ayer sus ataques sobre el futuro rumbo de la economía, al coincidir en el estado clave de Virginia, colindante con la capital estadounidense.
Obama, del Partido Demócrata, participó en una reunión con gran presencia de contratistas y familias militares, en el que acuñó la frase de “patriotismo económico” para pedir los votos. La asamblea fue en Virginia Beach, bastión republicano en el sureste del estado.
Obama ganó en Virginia en el 2008 –la primera vez que lo hacía un demócrata desde Lyndon Johnson en 1964– y, de acuerdo con encuestas recientes, aventaja a Mitt Romney en ese estado.
“Si juntos luchamos por un nuevo patriotismo económico, podemos reconstruir esta economía”, enfatizó el mandatario, luego de reconocer que el país no está donde necesita estar.
En una cita organizada por el grupo “Veteranos por Romney”, en la ciudad de Springfield, cerca del Pentágono, el líder arremetió contra la gestión económica de Obama y afirmó que los inminentes recortes en el área de defensa serían “devastadores” para Virginia.
Este estado, sede de importantes bases militares, es uno de nueve zonas clave en la contienda y cuenta con 13 de los 270 votos del Colegio Electoral que se requieren para ganar la Presidencia, de ahí las visitas constantes de ambos candidatos.