San José (Redacción). El presidente Barack Obama comenzó con un tono más decidido el segundo debate de la campaña presidencial, al atacar de inmediato al candidato republicano Mitt Romney por criticar el manejo de los demócratas en el rescate de la industria automotriz.
La percepción en el primer encuentro, hace dos semanas, fue que Obama perdió la oportunidad de ganar terreno frente a Romney. El republicano fue visto como el gran vencedor de ese encuentro.
Obama agregó que el plan de Romney es dejar que las compañías petroleras redacten las políticas energéticas.
En por lo menos dos ocasiones, Obama acusó a Romney de mentir. También se dirigió directamente a Romney, a diferencia de su primer debate en Denver, cuando Obama se ocupó principalmente de hablar con el moderador, mientras que Romney criticó al presidente.
La presión está sobre el presidente para que logre un desempeño balanceado en la segunda de las tres citas programadas antes de las elecciones del 6 de noviembre: Ni tan tranquilo como en el primero, ni muy agresivo, como calificaron algunos críticos al vicepresidente Joe Biden en su enfrentamiento con Paul Ryan.
Con la contienda extremadamente reñida y con poco tiempo para conseguir una ventaja importante, Obama intentará despegarse de su adversario en el debate de 90 minutos en la Universidad Hofstra, en Long Island, Nueva York.
En un debate en que el mandatario ha hablado más que el republicano (20 minutos contra 15 aproximandamente), las frases más calientes han estado del lado de Obama.
Por ejemplo, cuando trataban el tema de igualdad de género, el presidente manifestó que la "la gran diferencia en esta campaña es que Romney está de acuerdo con que los políticos de Washington les digan a las mujeres cómo planificar su salud", en referencia al uso de métodos anticonceptivos.