Pekín (AFP). Miles de chinos salieron una vez más a las calles hoy en varias ciudades del país para exigir que Japón devuelva a China las islas Diaoyu/Senkaku, constataron los periodistas de la AFP.
La elección de la fecha de esta nueva ola de manifestaciones, autorizadas por el poder comunista, estaba destinada a marcar el aniversario del "incidente de Mukden" que, el 18 de septiembre de 1931, dio a Japón el pretexto para invadir Manchuria, uno de los preludios de la Segunda guerra mundial.
Cientos de empresas y restaurantes japoneses dieron vacaciones a sus empleados como medida de precaución.
A media mañana en Pekín, más de mil manifestantes, en general tranquilos, se acercaron a la embajada de Japón, protegida por seis filas de policías anti-motines y barreras metálicas de dos metros de alto.
Los manifestantes lanzaron botellas de plástico con agua y huevos contra la misión diplomática y hubo algunos incidentes con las fuerzas del orden.
"¡Los japoneses fuera de las Diaoyu!", "¡Boicot a los productos japoneses!" se podía leer en las pancartas de los manifestantes que también llevaban retratos de Mao Tse-tung, fundador de la República popular china, muerto en 1976.
En Shangai, más de tres mil personas avanzaron hacia el consulado de Japón, según este último contactado por teléfono.
Algunos manifestantes llevaban insignias identificándolos como miembros de una organización llamada Alianza patriótica de voluntarios de China.
Las autoridades habían organizado el transporte por autobús delante del ayuntamiento y otros lugares de la capital económica, según declararon algunos participantes en las manifestaciones.
En Shenzhen (sur), donde hubo violencias en anteriores manifestaciones anti-japonesas la semana pasada, varios miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, comenzaron a desfilar en el centro de la ciudad llevando banderas chinas, retratos de Mao en tanto gritaban "Viva China".
El conflicto en torno a la soberanía de las islas Diaoyu/Senkaku provoca en China explosiones recurrentes de nacionalismo.
La referencia a Mao, bastante poco común actualmente, se produce cuando en Chegdu (suroeste) el proceso de Wang Lijun, ex lugarteniente del dirigente neo-maoísta Bo Xilai, destituido a comienzos de años luego de un espectacular escándalo que dejo en claro las luchas intestinas en el seno del poder en China.