Tatta, Pakistán. AFP Autoridades pidieron ayer a 400.000 habitantes que evacuen tres ciudades amenazadas por las crecidas del río Indo, en el sur de Pakistán.
Las torrenciales lluvias monzónicas continúan en el sur, obligando en los últimos días a miles de personas a huir de las nuevas inundaciones en la provincia meridional del Sind.
Las ciudades afectadas fueron Sujawal, Mirpur Bathoro y Daro.
El martes, las autoridades advirtieron que los próximos tres días serían críticos antes de que las aguas comenzasen a menguar en Hyderabad, sexta ciudad de Pakistán con más de 2,5 millones de habitantes, y sus alrededores.
Ayer, las aguas llegaban al asfalto en la carretera que conecta Hyderabad con la ciudad de Tatta, poblada por 600.000 personas.
En medio de los damnificados que acampaban al aire libre o bajo tiendas improvisadas, obreros intentaban reforzar los diques, cuya parte más alta se encuentra a centímetros de aguas fangosas.
A orillas del mar de Omán, donde desemboca el Indo, las autoridades temen que en los próximos días los distritos costeros queden anegados o incluso barridos por la confluencia en el delta entre las crecidas procedentes del Norte y las mareas altas de la luna llena.
Una interminable fila de tractores, camiones cargados con muebles, autobuses, coches, carretas arrastradas por bueyes y peatones recorría el centenar de kilómetros que separa el mar de Tatta.
El gobierno del Sind, desde el sábado, no ha informado sobre muertes y asegura que las evacuaciones preventivas permitieron evitar lo peor. Por el momento, Islamabad confirmó la muerte de 1.600 personas en un mes en todo el país.
Pakistán afrontará durante meses o años la peor crisis humanitaria de su historia, con la quinta parte del país inundado y más de 17 millones de damnificados, según informó la ONU.
La ayuda internacional fluye al país, pero los talibanes planean atacar a los cientos de cooperantes extranjeros que llegan, afirmó ayer un responsable estadounidense en Washington.