El Cairo. EFE. El presidente egipcio, Mohamed Mursi, defendió ayer la transparencia del referendo constitucional del 15 y 22 de diciembre, marcado por denuncias de fraude, y reiteró su llamado a la oposición a participar en un diálogo nacional.
En un discurso con motivo de la aprobación de la nueva Carta Magna, aprobada con el 64% de votos, Mursi subrayó que el plebiscito tuvo supervisión judicial completa y que Egipto comienza ahora “una fase de estabilidad y desarrollo”.
El presidente egipcio anunció que para afrontar los desafíos de la nueva etapa se efectuará una remodelación del Gobierno, sobre la que ya ha tratado con el primer ministro, Hisham Kandil.
Para tratar de cerrar la brecha entre las distintas fuerzas políticas, Mursi volvió a instar a un diálogo, que por el momento los grupos no islamistas han boicoteado por su rechazo a la Constitución y a las últimas decisiones de Mursi.
“La polémica sobre la Constitución es normal en un país que se está dirigiendo hacia la democracia, y estas discrepancias de opinión son un fenómeno sano”, agregó.
Eso sí, reconoció que la etapa pasada estuvo marcada por algunos errores de todas las partes y asumió la responsabilidad de ello.
Sobre la Carta Magna, afirmó que limita los poderes del jefe del Estado: “hace del presidente un servidor del pueblo y no un gobernante tirano , añadió.
En su opinión, el texto refleja el espíritu de la Revolución del 25 de Enero del 2011 con su rechazo a la discriminación y su respeto a las libertades, entre ellas la de opinión.
La Comisión Electoral egipcia anunció antier los resultados definitivos del plebiscito sobre la nueva Constitución en el que ganó el “sí”, apoyado por los islamistas, con el 63,8 % de los votos emitidos.