Bogotá. EFE. El Mono Jojoy , ultimado en Colombia y considerado uno de los integrantes más radicales y sanguinarios de las FARC, recibió ese alias por su habilidad para burlar al Ejército en la selva, méritos que le llevaron hasta la cúpula de la organización guerrillera más antigua de América.
Las posturas más violentas eran las suyas y los ataques más contundentes de las últimas décadas estuvieron bajo su dirección, como el estratega militar que doblegó al Estado y lo llevó disminuido a intentar negociar la paz en 1999.
Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño para los guerrilleros y Mono Jojoy para los militares, murió ayer a los 57 años tras una vida dedicada a la lucha armada, heredada de su padre, quien en la década de 1950 se alzó contra el régimen conservador de la época.
Contra el Mono Jojoy pesaban más de 62 órdenes de captura, 12 medidas de aseguramiento, 5 condenas en ausencia, 2 peticiones de extradición y 25 investigaciones por diferentes delitos.
Estados Unidos ofrecía una recompensa de $5 millones por su cabeza y estaba acusado de narcotráfico, terrorismo, rebelión, homicidio con fines terroristas, secuestro, asalto, extorsión, hurto y porte ilegal de armas.
Era requerido por la Justicia de EE. UU. por narcotráfico, por el secuestro de tres asesores del Pentágono y el asesinato de tres misioneros de ese país.
El jefe militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue el comandante del Bloque Oriental, uno de los más activos y el que más golpes dio a la Fuerza Pública en las más de cuatro décadas del conflicto armado.
Nació el 5 de febrero de 1953 en el municipio de Cabrera, a pocos kilómetros de Bogotá y uno de los fortines de las FARC hasta hace pocos años, en el seno de una familia de rebeldes que lo llevó a ingresar la guerrilla en 1975.
Su visión estratégica para la guerra y la sangre fría le permitieron ascender rápidamente dentro de las filas insurgentes.
En 1991 asaltó la base militar de Girasoles, en 1994 planeó el asesinato del general Carlos Julio Gil Colorado, en 1995 dirigió acciones simultáneas contra la base antinarco en San José del Guaviare y las instalaciones del Batallón Joaquín París, en el sur de Colombia.
Y en noviembre de 1998 lideró la más importante operación realizada por las FARC en su historia al ocupar durante tres días la ciudad de Mitú, capital provincial del departamento de Vaupés, donde murieron 37 personas y 56 miembros de la Fuerza Pública fueron tomados como rehenes.
También se le acusó del secuestro de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y de crear en la selva los “campos de concentración” donde policías, militares y civiles estuvieron encerrados.