Lisboa. EFE. La huelga ferroviaria que vive esta semana Portugal se complicó ayer con un paro del metro de la capital, que estuvo sin servicio durante cuatro horas, y el de una de las mayores compañías de autobuses, que estuvo paralizada toda la jornada.
La huelga causó grandes problemas de tránsito en Lisboa y dejó sin la mitad de los servicios de trenes a la ciudad de Oporto y otros núcleos urbanos del país.
Los sindicatos ferroviarios, del metro y de la empresa Rodoviaria, cuyos autobuses dan servicio a unas 400.000 personas de la región de la capital, se declararon en huelga en demanda de mejoras salariales y en protesta por los recortes que sufren en medio de la grave crisis económica de Portugal.
Según la compañía estatal Comboios de Portugal (CP, Trenes de Portugal) la huelga de maquinistas, que empezó el lunes y se prolonga hasta hoy, impidió ayer la circulación de cerca del 70% de los ferrocarriles lusos, sobre todo en los servicios de cercanías e interurbanos.
CP calcula que el conflicto de los maquinistas afecta cada día a más de trescientos mil usuarios.