Beirut. AP. La oficina de derechos humanos de la ONU dijo ayer que la mayoría de las 108 víctimas de una masacre en Siria la semana pasada fueron baleadas a quemarropa, algunas de ellas mujeres y niños dentro de sus casas.
La brutalidad de la matanza en Hula, documentada por las imágenes aterradoras de decenas de cadáveres y heridos tomadas por videos de aficionados, suscitó la indignación internacional y planteó nuevos interrogantes sobre la capacidad de un plan para poner fin a 15 meses de violencia en Siria. Los residentes locales atribuyeron la masacre a milicianos aliados al gobierno de Bashar al-Asad.
El informe de la ONU indicó que la mayoría de los muertos fueron fusilados a quemarropa, mientras que menos de 20 perdieron la vida por el fuego de artillería.
Mientras tanto, la oposición denunció que 98 personas, entre ellas 61 civiles, nueve rebeldes y 28 soldados, murieron hoy, martes (hora local), en Siria.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, opositor), las víctimas perecieron en bombardeos y enfrentamientos armados entre rebeldes y militares, precisó el OSDH.
El presidente del Observatorio, Rami Abdel Rahman, afirmó que hubo una “masacre” de 13 civiles en Deir Ezzor (noreste).