Durante la apertura del debate parlamentario sobre el estado de la nación, Rajoy defendió su política de austeridad tras su llegada al poder a finales del 2011, afirmando que las medidas tomadas fueron “impuestas por la ruina que amenazaba” a España.
El líder de la oposición socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, criticó la labor del Gobierno: “su gestión, señor Rajoy, ha sido sencillamente desastrosa”, atacó.
“La corrupción es veneno para la democracia pero la mezcla de paro masivo, empobrecimiento del país, aumento de la desigualdad y un escándalo que contamina al partido del Gobierno es explosiva para nuestro sistema político”, reivindicó el líder socialista, que aseguró que Rajoy no está capacitado para dirigir el país.
España entró por segunda vez en recesión a finales de 2011 y presenta una tasa de paro del 26,02% de la población activa.
Tras el programa de austeridad para ahorrar cerca de 150.000 millones de euros en tres años, Rajoy anunció “una segunda generación de reformas” para impulsar la creación de empleo y la actividad de las pequeñas y medianas empresas.
Al final de su intervención, Rajoy se refirió a la grave crisis de credibilidad creada por los últimos escándalos de corrupción y pidió “un amplio acuerdo” entre los partidos políticos para luchar contra este fenómeno, con una ley para un mayor control de las finanzas.