Moscú. AFP. Los malos tratos denunciados por las tres mujeres del grupo punk Pussy Riot durante su proceso en Moscú, suele ser la suerte común de los procesados e inculpados en Rusia, según abogados y expertos que denuncian los abusos cotidianos en el sistema judicial de este país.
Una abogada de las Pussy Riot, Violetta Volkova, anunció el 7 de agosto que recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para protestar contra las “torturas” infligidas a las tres mujeres, que podrían ser condenadas a tres años de detención en un campo de trabajo por cantar “una canción punk ” contra el presidente Vladimir Putin en una catedral.
“Se les impide dormir, no las alimentan correctamente, son humilladas”, dijo la abogada, quien aseguró que las pruebas fueron montadas por el tribunal, al punto de que no han permitido a numerosos testigos de la defensa testificar.
Los abogados de las Pussy Riot han presentado tres recursos legales para quejarse por la duración de las audiencias, de 10 a 12 horas cada día, lo que no les deja tiempo para reunirse en privado con sus clientes. Otro abogado defensor, Mark Feiguine, manifestó que todos esos recursos fueron rechazados.
Nada nuevo. Estas violaciones de la legislación que han quedado en evidencia a lo largo del proceso judicial de las Pussy Riot, parecen ser práctica corriente, según abogados y expertos rusos.
Abogados defensores habían hecho las mismas críticas durante los dos procesos contra el exmagnate petrolero Mijaíl Jodorkovski, arrestado desde el 2003, y durante las investigaciones contra el jurista Serguéi Magnitski, quien murió en el 2009 en una prisión de Moscú, a causa de los golpes y la falta de cuidados médicos.
Ella Paneiaj, del Instituto sobre Problemas de Aplicación del Derecho, de la Universidad Europea de San Petersburgo, expresó: “Lo que ocurre ante nuestros ojos (con las tres mujeres de Pussy Riot) es lo que pasa sin excepción con todos los procesados”.
Sin embargo, añadió la experta en un artículo publicado en el diario Vedomosti , los abusos “han sido silenciados y no suscitan ninguna compasión”, al contrario de lo que ocurre con las Pussy Riot, sostenidas y apoyadas por personalidades y estrellas internacionales.
La falta de alimentos, los largos trayectos de los detenidos entre la cárcel y el tribunal, apretados en furgones de la Policía, la espera interminable en pequeños locales sin ventilación o la imposibilidad de preparar la defensa con los abogados, son prácticas corrientes en Rusia, donde 136.000 personas se encontraban en prisión provisional en el 2011, según Paneiaj.
Estos atropellos buscan presionar a los inculpados para que reconozcan su culpa. “Los investigadores y la Fiscalía están seguros de ganar la causa ante el tribunal, lo que reduce el trabajo y el riesgo de que las decisiones sean cuestionadas”, sostuvo Paneiaj.
“Los tribunales en Rusia no prestan ninguna atención a las condiciones de vida” de los inculpados, afirmó Guenrikh Padva, quien fue el principal defensor de Jodorkovski y quien ejerce la abogacía desde hace 60 años.
Rusia ya fue condenada varias veces por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por tortura o trato inhumano o degradante contra inculpados. Fue el caso de Vladimir Fedorov, en el 2009, joven arrestado en Siberia, a quien la Policía quería hacer confesar un robo. Fue golpeado regularmente y hasta enterrado desnudo en la nieve hasta que “confesó” .