Bogotá. AP. Cuadrillas de rescate evacuaban ayer entre el lodo y las piedras a las víctimas de un alud y del que ya las autoridades reportaron 39 personas muertas.
Unos 600 rescatistas trabajaban en la zona donde se produjo el sábado el derrumbe producto de las intensas lluvias, una barriada de Manizales, capital del departamento de Caldas, ubicado a 165 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Carlos Iván Márquez, jefe de la Oficina Nacional de Atención de Desastres, dijo por teléfono que a pesar de que ya han transcurrido más de 48 horas y que en la jornada no han sacado a nadie con vida, no pierden “la esperanza de encontrar a un sobreviviente”.
Debajo de unos 13.000 m³ de tierra, piedras y restos de casas, podrían estar unas 20 personas.
Los equipos de rescate trabajan con palas y ya operan tres máquinas retroexcavadoras para mover la tierra y descargarla en al menos 20 camiones, indicó el funcionario.
Anteriormente, Márquez dijo que al menos 16 personas han sido rescatadas con vida en Manizales entre el sábado y el domingo.
Al visitar la zona del alud el domingo, el presidente Juan Manuel Santos reiteró su llamado, a los colombianos y a las autoridades regionales, de evacuar zonas de riesgo inminente de derrumbes, como era esta, la barriada en Manizales.
“Cuando se decrete la alerta roja es muy importante: hay que evacuar. La alerta roja estaba decretada desde la semana pasada y no sabemos qué pasó”, dijo Santos .
Con las víctimas de Manizales, la segunda temporada de lluvias –que comenzó el 1.° de setiembre– ha dejado hasta ahora al menos 69 muertos en distintos puntos del país, detalló Márquez.
En Colombia se presentan dos temporadas de lluvias: la primera se inicia a fines de marzo y se extiende hasta finales de junio, y la segunda va de setiembre hasta mediados de diciembre.
Sin embargo, el país sufrió en 2010 y hasta mediados de este año el más intenso fenómeno de La Niña –corrientes frías en el océano Pacífico que multiplicaron la cantidad de lluvia–, que haya vivido Colombia en más de cuatro décadas, según meteorólogos.
Por eso las autoridades evitan comparar los datos de víctimas fatales de ese período –abril 2010 a junio 2011– de por lo menos 464 muertos, con los de esta segunda temporada de lluvias, según Márquez.