“Se logró dar a conocer la problemática del número de desaparecidos y gracias a ello las organizaciones locales se han comprometido a ayudarnos; pero el Gobierno ha hecho caso omiso: no reconoce a los inmigrantes como víctimas”, dijo Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano.
Ayer se puso fin en el sureño estado de Chiapas a los 19 días de ruta en los que 38 familiares de inmigrantes desaparecidos procedentes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala recorrieron 14 estados para hablar de este problema y buscar pistas para encontrar a sus desaparecidos.
La caravana realizó 23 paradas estratégicas en localidades aledañas a la ruta migratoria, permitió el reencuentro de cinco madres con sus hijos desaparecidos y la localización de otro hijo, cuyo reencuentro finalmente no pudo realizarse.
Aunque en la mayoría de las situaciones los desaparecidos no aparecerán porque pueden haber sido secuestrados o incluso asesinados, en muchos casos están bien pero no se los localiza por los problemas que enfrentan al estar indocumentados.