Caracas (AFP). Miles de venezolanos aguardaron hasta nueve horas este jueves para poder ver por última vez el rostro del presidente venezolano Hugo Chávez en la capilla ardiente instalada en la Academia Militar de Caracas.
La capilla ardiente del presidente, fallecido el martes, estuvo abierta ininterrumpidamente durante toda la noche, para que sus partidarios, llegados principalmente de los barrios populares de Caracas, pudieran verlo.
Durante casi toda la noche llegaron buses con simpatizantes de Chávez vestidos de rojo.
Los visitantes tenían que dejar a la entrada sus teléfonos celulares y estaba prohibido tomar fotografías.
“Su rostro era normal, estaba bien presentado”, explicó Hibo Parra, de 50 años, que tuvo que esperar nueve horas para ver al líder venezolano.
La televisión oficial mostró imágenes del féretro semidescubierto, sin difundir directamente en pantalla el rostro del mandatario, fallecido el martes a los 58 años por un cáncer.
“ Muy impresionado al verle, me vinieron todos los recuerdos de lo que hemos hecho juntos a lo largo de 14 años gracias a él”, explicó Chanel Arroyo, un conductor de 34 años.
Los primeros presidentes latinoamericanos en llegar a Caracas -la presidenta argentina Cristina Kirchner, el uruguayo José Mujica y el boliviano Evo Morales- también se recogieron ante el féretro semidescubierto.
En las próximas horas se espera a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, al iraní Mahmud Ahmadinejad, al mexicano Enrique Peña Nieto, al chileno Sebastián Piñera y al heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón, entre otros.
Chávez será enterrado el viernes. Sus seguidores reclaman que repose en el Panteón Nacional, al lado del héroe de la independencia Simón Bolivar, pero el gobierno todavía no ha anunciado su decisión.
La Academia Militar fue elegida para la capilla ardiente porque el presidente la consideraba su segundo hogar y cuna de su vocación política, que en 1992 le llevó a una fracasada intentona golpista y siete años después a la presidencia de Venezuela.
Sus restos habían sido trasladados desde el hospital militar, donde murió, y fueron acompañados por una gigantesca marcha roja, la última del carismático líder venezolano.
Sus hijos, su madre y hermanos, el vicepresidente; Nicolás Maduro y el líder del Legislativo, Diosdado Cabello, también realizaron un momento de silencio ante el féretro, al igual que el alto mando militar.
Maduro firmó el martes su primer decreto como presidente encargado al ordenar siete días de duelo en el país.