Pekín (AFP). El presidente Hu Jintao llamó hoy a convertir a China en “una potencia marítima”, en un marco de tensiones con Japón, al abrir el 18º congreso del Partido Comunista Chino (PCC), que marca el inicio de su eclipse al frente de la segunda economía mundial.
Hu, de 69 años, quien debe ceder su puesto de secretario general del PCC a Xi Jinping, de 59 años -y en marzo próximo transmitirle también la presidencia del país, abogó además por más democracia y advirtió que la corrupción endémica que sufre la sociedad china podría resultar “fatal”.
En un discurso ante los más de 2.000 delegados del PCC, reunidos en Pekín en el solemne recinto del Palacio del Pueblo junto a la Plaza Tiananmen, Hu resaltó la importancia de convertir a China en una “potencia marítima”, en momentos en que su país y Japón se disputan la soberanía de un archipiélago en el mar de China oriental que los chinos llaman Diaoyu y los japoneses Senkaku.
También dijo que Pekín debe avanzar en su preparación militar en general y en la pericia tecnológica de las fuerzas armadas en particular, para poder, llegado el caso, “ganar una guerra local en la era de la información”.
Por otro lado, Hu Jintao resaltó la importancia de las reformas políticas, un aspecto en el que su balance es juzgado bastante endeble.
“Debemos otorgar más importancia al mejoramiento del sistema democrático con el fin de garantizar que el pueblo pueda tener elecciones y decisiones democráticas", declaró.
La corrupción también ocupó un lugar destacado en el discurso de Hu, quien advirtió que “puede provocar el derrumbamiento del Partido y del Estado”. “Si fracasamos en el tratamiento correcto de este asunto”, ello podrá resultar “fatal”, recalcó.
La prensa internacional fue invitada al primer día de este congreso que continuará luego a puerta cerrada hasta el miércoles próximo, cuando los siete o nueve miembros de la nueva dirección suprema de China hagan una breve aparición ante las cámaras.