Bagdag (AFP). Cuarenta y cinco personas murieron el martes en Irak después de que una serie de ataques perpetrados por la noche elevaran un anterior balance de 27 fallecidos, en un momento en que la preocupación se extiende ante la posibilidad de que el país esté deslizándose de nuevo hacia una guerra sectaria.
La oleada de tiroteos y bombardeos dejó también 100 heridos.
El martes, los ministros se reunieron para discutir sobre cómo poner fin a la violencia, mientras la ONU instó a los líderes políticos enfrentados entre sí a que resuelvan las disputas que paralizaron el gobierno e impidieron detener el derramamiento de sangre.
Este nuevo balance elevó a 548 el número de personas muertas en mayo por la violencia, la cifra más alta en el último año, según un recuento de la AFP en base a cifras oficiales.
Mayo es el segundo mes consecutivo en el que más de 400 personas murieron por la violencia, lo que eleva a más de 1.000 el número de fallecidos en menos de dos meses.