París
El jefe de la oposición siria Ahmad al Jarba, que fue recibido este jueves por el presidente francés, François Hollande, se declaró convencido de que un "castigo" internacional será infligido al gobierno de Damasco, pero no obtuvo una promesa clara del suministro de armas que reclama desde hace meses.
En un contexto de dramatización agudizado por la eventualidad de un ataque internacional a Siria, Al Jarfa, dirigente del principal grupo de la oposición, la Coalición Nacional Siria, fue recibido durante poco menos de una hora por el presidente francés, con quien se había reunido ya en julio.
En declaraciones al diario Le Parisien, Al Jarfa pidió que la comunidad internacional tome "la decisión valiente" de intervenir en Siria contra el régimen de Bashar al-Asad, acusado de haber matado a cientos de civiles en un ataque con armas químicas el 21 de agosto cerca de Damasco.
"Que sea atacado y que el régimen desaparezca", agregó, lamentando la pasividad de los apoyos internacionales a la oposición siria.
"No dudamos de su sinceridad, pero hace ya dos años que esperamos y que ellos no hacen nada por nosotros", dijo.
Al salir de su reunión con Hollande, el dirigente opositor afirmó empero que está seguro de que un "castigo será infligido" a Asad y a "su máquina de muerte".
Por su parte, Hollande, que había anunciado el martes un aumento del "apoyo militar" de Francia a la oposición siria, evitó el jueves comprometerse claramente respecto al suministro de armas a la oposición.
Hollande afirmó que la comunidad internacional "debe imponer el cese de la escalada de violencia" en Siria, y aseguró su apoyo a la oposición.
Francia "aportará toda su ayuda, su apoyo político, pero también su ayuda humanitaria y material" a la oposición siria. "Utilizaremos el apoyo que tenemos en los países del Golfo" para ello, agregó sin más aclaraciones.
Arabia Saudita y Catar entregan armas a los rebeldes sirios.
Los países europeos, que levantaron su embargo de armas a Siria en mayo, siguen mostrándose reticentes a entregar material pesado a los rebeldes por temor a que caiga en manos de grupos yihadistas que combaten también contra Asad.
"Debe hacerse todo lo posible para encontrar una solución política, pero ésta sólo será posible" si la oposición "es capaz de representar una alternativa con la fuerza necesaria", recalcó Hollande. Una manera de decir que todavía no lo es.
La credibilidad política y militar de la Coalición Nacional Siria es un elemento esencial para los países occidentales, escaldados por las divisiones que siguen minando la organización opositora siria, que en menos de un año ha cambiado varias veces de dirigentes.
"Hay diferentes grupos en la oposición", reconoció en declaraciones a la AFP Muhamad Hussein al Haj Alí, exgeneral del ejército sirio que desertó hace un año. "Lamentablemente, no hemos logrado unir a todos los oficiales que desertaron", agregó.