La sentencia del Tribunal Supremo Constitucional agregó que la cámara alta, la única actualmente en sesión, no será disuelta hasta que se elija a los nuevos integrantes de la cámara baja a finales de este año o principios de 2014.
La legislatura está dominada por los islamistas. El panel constitucional ya fue disuelto después de que terminó la carta magna.
El fallo profundiza la inestabilidad política que se ha apoderado de Egipto desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubárak hace más de dos años.
El mismo tribunal supremo decidió disolver la cámara baja en junio pasado, una decisión que llevó a que la cámara alta –el Consejo de la Shura, normalmente sin facultades reales de poder– se convirtiera en una cámara para crear leyes.
El Consejo de la Shura, siempre ridiculizado como una simple tertulia, fue elegido el año pasado por cerca de 7% del electorado.
No quedó claro de inmediato si el fallo sobre el panel constitucional, de 100 miembros, dejará sin efecto la carta magna que redactó. La Constitución fue aprobada en un referéndum en diciembre, pero con una participación relativamente baja del electorado (35%).
Incluso si la Constitución queda intacta, la sentencia pondrá en duda la legitimidad de la controvertida carta magna, que se abrió paso gracias a los aliados del presidente islamista Mohamed Morsi.
Los críticos dicen que esa carta restringe las libertades y da voz y voto a los clérigos sobre la legislación nacional.
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