“Escuché hablar de un bloque (antiprimer ministro Netanyahu, de derecha), sugiero que se saque eso de la mesa.
”No habrá bloque, ello no sucederá”, afirmó Lapid en una corta alocución al día siguiente de las elecciones legislativas que consagraron al nuevo partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro) como segunda fuerza política.
El jefe del nuevo partido centrista declaró estar “contento de escuchar al primer ministro apropiarse en su discurso de todo lo que decimos desde hace un año sobre la igualdad y la necesidad de proteger a las clases medias”.
Netanyahu prometió públicamente el miércoles dar la prioridad a los temas sociales y económicos.
“Los israelíes quieren que forme un gobierno que impulse tres grandes cambios de política interna: una mayor igualdad (de la obligación de cumplir con el servicio militar), un mayor acceso a la vivienda y cambios en el sistema de gobierno”, dijo Netanyahu, quien está en la mejor posición para formar el próximo gabinete.
El líder del partido Likud manifestó que quería formar un gobierno “lo más amplio posible”.
Las tres prioridades que presentó corresponden punto por punto a las grandes líneas del programa de Yair Lapid.
Este se declaró favorable a la generalización del servicio militar (que exonera por el momento a los religiosos) y a la reanudación de las negociaciones con los palestinos.
Este experiodista se presenta como el abanderado de la clase media y exige una mejor distribución del peso fiscal y reformas para bajar el precio de las viviendas.
Netanyahu admitió que los israelíes enviaron un “mensaje claro” en los comicios.
La coalición del Likud con Israel Beitenu (ultranacionalista) obtuvo 31 escaños –11 menos que en la legislatura saliente– de los 120 con que cuenta el Parlamento.