En el ámbito militar, los soldados franceses y chadianos prosiguieron su avance en el extremo nordeste de Malí, bastión de los islamistas armados, tomando ayer el control de la localidad de Tessalit, a menos de 90 kilómetros de la frontera argelina.
En Gao, a 1.200 kilómetros al nordeste de Bamako, un kamikaze murió al hacerse explotar cerca de soldados malienses.
El hombre “llegó a la altura a la que estábamos en moto, era un Tamashek (tuareg), y en el tiempo que nos llevó acercarnos a él, hizo estallar el cinturón de explosivos”, declaró el suboficial del Ejército maliense Mamadou Keita.
El atentado fue reivindicado por un grupo islamista del norte de Malí, el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (Muyao), que amenazó con llevar a cabo más acciones de este tipo.
Gao fue tomada a los islamistas el pasado 26 de enero.
El ataque, que ilustra las profundas diferencias en el Ejército maliense, derrotado por los islamistas armados y los rebeldes tuaregs en el 2012, estuvo, al parecer, motivado por el rechazo de los boinas rojas a dejar su campamento en Bamako y ser destinados a otras unidades para combatir a los islamistas en el norte.